París, además de ser considerada una de las ciudades más románticas del mundo, es un lugar obligado para todo aventurero o aventurera. La conocida como Ciudad de la Luz es una de las más espectaculares a nivel mundial y su sobrenombre se explica por diferentes teorías: que fue la primera ciudad en tener el primer alumbrado público o que fue la cuna del fenómeno de la Ilustración, que hizo de París la capital de la era moderna.
De esta manera, si aún no conoces París considérate afortunado: estás a punto de descubrir uno de los viajes de tu vida. Ahora bien, a la hora de desplazarte el exceso de tráfico y las dimensiones de la gran urbe pueden resultar un tanto agobiantes. Existe una sencilla solución que depende únicamente de nosotros: el alquiler de motos en París con Cooltra, una compañía que cuenta con tiendas físicas y de un sistema de reservas online. Además, la empresa dispone de otros servicios adicionales, como un segundo casco, un baúl o la recogida y entrega de la moto.
Una vez arrendada nuestra scooter, nos proponemos conocer a fondo los recovecos más mágicos de París.
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La Torre Eiffel
Aunque en un principio no gustó a los parisinos, con el tiempo se ha convertido en el icono de la ciudad. Fue creada para la Exposición Universal del año 1889 y en su interior encontramos actualmente uno de los mejores restaurantes de la urbe: Le 58 Tour Eiffel. Aunque sea un sitio un poco saturado de turistas no debes pensártelo: coge tu scooter y dirígete en dirección hacia el Campo de Marte, donde se sitúa la avenida de Anatole France. Allí, una vez aparcada la motocicleta, disfrutarás de unas vistas increíbles.
El Museo del Louvre
Arrancamos y nos dirigimos hacia la calle de Rivoli donde está uno de los museos más importantes: el del Louvre. Los lectores más aficionados a la cultura saben que no deben abandonar la ciudad sin ver en directo a la famosa Gioconda de Leonardo Da Vinci o a la Venus de Milo. Eso sí, una buena visita requiere casi todo el día. Una buena opción es una visita guiada en español, y de paso ahorrarte las enormes colas que se forman para acceder.
Los Jardines de Luxemburgo
Del Museo del Louvre a los Jardines de Luxemburgo hay aproximadamente unos quince minutos en moto. Seguimos sobre nuestras dos ruedas por el Bulevar Saint-Michel o por el Pont-Neuf. Ambos caminos son una buena elección y la duración es casi la misma. Una vez en el destino, desconecta y pasea tranquilamente hasta encontrar la Fuente Médici, rincón perfecto para amantes que no deja indiferente a ningún viajero.
Las Catacumbas
Subimos a nuestra scooter y nos dirigimos hacia Denfert-Rochereau en una ruta de dos kilómetros. Allí se encuentra una fantasmagórica red de túneles y cámaras subterráneas. En los últimos años se ha puesto de moda visitar este enclave, por lo que llegar y aparcar fácilmente es una ventaja abismal con respecto a otras formas de desplazamiento.