Entre los diferentes tipos de préstamos, uno de los que suele llamar la atención de los consumidores son los préstamos sin nómina. Se trata de préstamos que cuando se necesitan pueden salvar al usuario de un buen apuro, pero al mismo tiempo se suelen tener ideas erróneas sobre cómo funcionan o en qué consisten.
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Primer mito: Necesitarás un aval
Un aval es una cosa o más comúnmente una persona que se compromete a devolver el dinero del préstamo si la persona que lo pide comete un impago. Aunque el préstamo sea sin nómina, muchas empresas te lo concederán aunque no presentes el aval. Generalmente, la exigencia de un aval o no, depende más de la cantidad que vayas a pedir prestada, que del hecho de que tengas una nómina o no.
Segundo mito: No necesitas tener ingresos
Es cierto que son préstamos sin nómina, pero eso no quiere decir que no tengas que tener ingresos regulares para que te los concedan. Tendrás que tener una pensión, un trabajo como autónomo, una beca o una prestación por desempleo o por cualquier otra razón. El énfasis en que los préstamos no requieren nómina, radica en que muchas empresas de préstamos rechazan automáticamente a las personas que no tienen nómina, incluso aunque tengas ingresos.
Tercer mito: Te engañan con la letra pequeña
Los préstamos a particulares están estrictamente regulados, y las empresas tienen la obligación por ley de presentarte contratos transparentes y con un lenguaje fácil de entender. Entre otras cosas te mostrarán el interés TAE, la cantidad total de dinero que tendrás que devolver incluidos los intereses y la cantidad de intereses desglosada que tendrás que pagar. También deben informarte de las comisiones asociadas al préstamo. Por lo general, estas solo aparecen si no pagas a tiempo, pero haciendo los pagos cuando es debido, no tendrás ningún gasto extra que no esté claramente anunciado.
Para evitarte problemas, puedes buscarlos en comparador de préstamos como Matchbanker que trabaja con el lema Fair-laan. En danés Fair-laan significa préstamos justos, y esto es lo que te ofrece la empresa. Un comparador con acceso a empresas de préstamos serias que cumplen con la legislación española.
Cuarto mito: Se conceden a todo el mundo
Una creencia popular es que estos préstamos se conceden a todo el mundo sin importar las altas probabilidades de impago. Sin embargo, no es verdad. Las empresas hacen comprobaciones y aunque tienen requisitos más laxos que otros prestamistas, si las probabilidades de impago son demasiado altas, no se te concederá.
Quinto mito: Acabarás con demasiadas deudas
Para pedir un préstamo hay que ser responsable. De hecho, no importa mucho si tienes nómina o no, es algo que siempre debería pasar. Pero pedir este tipo de financiación no significa que vayas a acabar fuertemente endeudado. Si lo pagas en la fecha acordada, no tendrás que afrontar ningún pago extra, así que lo único que necesitas es estar seguro de que cumplirás con tu parte del contrato. ¿Cómo? Pide solo una cantidad que podrás pagar sin dificultades. Por ejemplo, si tienes que comprar un frigorífico y pagarlo al contado te resulta difícil, puedes pagar la mitad ahora y pedir un préstamo de un mes para pagar la otra mitad. Lo que no tiene sentido es pedir un préstamo de un mes para pagarlo todo, porque entonces solo estarás atrasando el problema del pago durante un mes.