La alimentación holística es todo un sistema de vida que plantea una forma de nutrición más efectiva buscando generar un aporte desde una perspectiva integral de la persona. El término griego holos, significa ‘todo’, motivo por el cual esta forma de alimentación busca generar un enfoque amplio que permita una mejora total de la persona, y no sólo una solución temporal como proponen algunas dietas.
Este tipo de alimentación ha cobrado especial auge en nuestros tiempos, pues en realidad es una de las más sensatas formas de nutrición, que busca precisamente combatir los principales males de la modernidad, a través de un sistema de alimentación más natural y adecuado para nuestro organismo. Permite generar así un esquema nutricional con efectos positivos al corto y largo plazo, y no cómo las dietas tradicionales, que hacen recuperar el mismo peso en más del 80% de las veces.
La alimentación holística se divide en dos partes esenciales, aquella que aborda de forma exclusiva lo que tiene que ver con los alimentos, también llamada fase secundaria. También existe otra rama denominada fase primaria, la cual se encarga de mejorar nuestros hábitos generales, como una forma integral de cuidar la salud.
Contenidos
Principios esenciales de la Alimentación holística
Comenzamos con un listado de aquellos fundamentos relacionados con las cuestiones meramente vinculadas con los alimentos y el proceso digestivo.
Busca lo natural
La alimentación holística de entrada hace un llamado para eliminar de tu dieta en la mayor proporción posible todos aquellos alimentos procesados. Es decir productos enlatados, congelados, o que han pasado por algún proceso industrial que altera la composición del producto.
Esto desde luego tiene mucho sentido, pues existe una innumerable cantidad de compuestos dañinos altamente nocivos para la salud, podríamos mencionar al glutamato monosódico, colorantes o al aspartano, sólo por mencionar algunos ejemplos altamente utilizados. Además de que a través de la industrialización también se pierden muchos de los aportes nutricionales de los alimentos en su estado natural.
Esto no quiere decir tampoco que todo lo que encuentras en el supermercado es dañino, también se han desarrollado productos que se esfuerzan por ofrecer un aporte nutricional más saludable. Un ejemplo de ello son los productos orgánicos, que hay que diferenciar entre aquellos realmente naturales y certificados, de los industriales que utilizan organismos genéticamente modificados.
En este sentido el consumo de productos locales, o mejor aún, productos de tu propia cosecha, te ofrecerá una mayor garantía acerca de su composición y calidad. De este modo puedes asegurarte de que no se utilicen pesticidas u otros procedimientos nocivos para el consumo humano.
La alimentación holística también trata de ser comprensiva, y no te exige de tajo que dejes de comer esas rosquillas (u otros muchos caprichos) que tanto te gustan. Se recomienda ampliamente diluir lo más posible su consumo, y verlo sólo como un gusto que te puedes dar de vez en cuando y no como parte de tu merienda cotidiana.
Cuidando el proceso digestivo
De igual forma se recomienda evitar el consumo de bebidas frías, particularmente en las comidas, ya que esto afecta el proceso de digestión. En este sentido, masticar de forma abundante los alimentos, y comer de forma pausada, son también elementos que pueden causar gran diferencia.
Asimismo se reconoce que los alimentos fríos son más difíciles de digerir que aquellos tibios o calientes, motivo por lo cual es parte de las recomendaciones de la alimentación holística, así como también minimizar el consumo de aquellos alimentos preparados con antelación. Siempre será más nutritivo comer alimentos frescos o recién preparados, que aquellos que ya has dejado en la nevera o que proceden de días atrás.
Alimentación completa
La alimentación holística reconoce la importancia nutricional de los distintos tipos de alimentos, motivo por el cual acepta el consumo de carne, tanto de aves, como de peces y mamíferos, así como otros productos de origen animal, como lo es la leche, el queso o el yogur, muy recomendados en este esquema por sus capacidades probióticas.
Claro que la alimentación holística también hace hincapié en la importancia de consumir todo tipo de vegetales; desde granos, frutos, verduras, legumbres, semillas, etc; siendo la variedad, la calidad y la frescura, factores importantes a considerar.
La dieta holística aboga por una nutrición balanceada que abarque todos los nutrientes necesarios para el organismo, como lo son vitaminas, minerales, grasas y proteínas. Buscando que sea de forma racional y sin caer tampoco en ningún tipo de exceso.
Estrategia integral
Aunque algo que distingue a la alimentación holística es su preocupación por generar un entorno de beneficio integral para la persona, velando también por su bienestar emocional y espiritual.
Elementos como la convivencia familiar, o hacer ejercicio, son rubros que también se incluyen dentro de los procesos recomendados. Tiene en común con otros sistemas como la Dieta Mediterránea, reconocida por la UNESCO como patrimonio de la humanidad, el reconocimiento como una alimentación integral que favorece de manera completa a las personas que lo practican.
Ideal para diversos tratamientos de salud
Debido a la gran racionalidad de los principios esenciales de la alimentación holística, comparte también algunas de las indicaciones que deben seguirse bajo diversos tratamientos médicos, motivo por el cual puede ser de especial ayuda para personas con padecimientos como la diabetes, entre muchos otros.
En la alimentación holística, uno de los objetivos es desprendernos de todos aquellos componentes que en vez de nutrirnos nos enferman. En este sentido es posible trazar un modo de vida distinto, que sin implicar dolorosos sacrificios, nos permita regenerar el organismo, a través de un proceso más saludable y enfocado también en las necesidades específicas de cada persona.
Este tipo de alimentación no es una guía que tenga que seguirse paso a paso, cada ser humano es diferente, y por tanto se recomienda la asesoría de un especialista para sugerir dietas en concreto que pudieran ser de especial utilidad para la persona; no obstante que aplicando estos principios esenciales, cualquiera tiene la capacidad de mejorar su salud, y desde luego la de sus seres queridos.
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