Para mantener una dentadura sana no solo se debe contar con el cepillado dental y el empleo del hilo dental, posterior a cada comida. Así, como la ingesta de alimentos es importante en la salud en general, también lo es en la condición de la salud bucodental.
Los alimentos que se consumen y la frecuencia de su ingesta influyen de manera significativa en la salud del cuerpo. Comer dulces o tomar bebidas azucaradas, pueden traer como consecuencias las terribles caries. Como se puede notar, llevar una dieta rica en nutrientes buenos y saludables puede impedir afecciones dañinas para la dentadura.
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Nutrientes para la buena salud de los dientes y encías
Hay nutrientes cuya participación en la salud oral y bucodental son primordiales como:
- Calcio: Es un nutriente de suma importancia para la formación saludable de los huesos y dientes. El calcio es necesario para la contracción muscular, la transmisión de los impulsos nerviosos, el buen funcionamiento cardiovascular y la coagulación de la sangre. Es recomendable aproximadamente 1.000mg de calcio al día.
- Vitamina A: Previene infecciones, es antioxidante y anticancerígena, e interviene en la formación y desarrollo de huesos y dientes.
- Flúor: Al ser tomado por vía oral es indispensable en los niños, para la formación de sus dientes. El flúor remineraliza y refuerza la estructura del esmalte dental y protege de las caries. Es importante no exceder el uso de flúor, debido a que puede causar fluorosis que es la alteración de la estructura dental.
- Vitamina B: Tiene un funcionamiento primordial en la prevención de la periodontitis, inflamaciones de la lengua, fisuras dolorosas en los labios y mejora las glositis.
- Fósforo: Ayuda a fijar el calcio, para estructurar los huesos. De la misma manera, contribuye a mantener la actividad del sistema muscular y el equilibrio ácido-base del organismo.
- Vitamina D: Facilita la absorción del calcio y el fósforo.
- Vitamina C: Interviene en la formación de cartílagos, tendones, huesos, dientes y la síntesis de colágeno de las encías y del resto del organismo. También protege de los ataques bacterianos y la integridad de los vasos sanguíneos.
Alimentos para una excelente salud oral y bucodental
Una provechosa manera de mantener saludable los dientes y las encías es llevar una dieta saludable.
- Agua: además de ser beneficiosa para que todas las funciones del cuerpo se realicen de manera óptima, ayuda a la producción de saliva, contribuye a mejorar el momento de comer. Es recomendable tomar un litro y medio o dos litros de agua diarios.
- La leche y los alimentos que provienen de ella: son ricos en calcio. Tanto el queso como el yogur son útiles a la hora de remineralizar el diente.
- Frutas y verduras: facilitan la eliminación de la placa bacteriana y restos de comida acumulada en la boca, ya que aumentan la salivación.
- Alimentos sin colorantes: cuando tienen pigmentos, pueden teñir los dientes y restarles belleza.
- Frutos secos y semillas: contienen muchos minerales y vitaminas. Se recomienda comerlos al natural, sin azúcares añadidas, para evitar la producción de caries.
- Alimentos con fibra: como los cereales integrales o legumbres, estos activan la producción de saliva, ya que requieren un mayor esfuerzo al masticarlos.
- Té: Posee flúor y polifenoles que ayudan a combatir las bacterias. Aunque puede manchar los dientes, con una buena higiene dental diaria se puede disfrutar del té.
- Chicles sin azúcar y con xilitol: favorecen la limpieza de los dientes, ya que aumentan la producción de saliva.
Uso de irrigadores dentales
Un irrigador dental es un aparato utilizado para la higiene dental, el cual es muy fácil de usar. Resulta eficaz tanto antes como después del cepillado de los dientes. No es una alternativa para el cepillo de dientes, sino que usar un irrigador dental es importante porque es un complemento, para que los dientes queden impecables. Es un dispositivo muy recomendado por los profesionales de la odontología y por cirujanos dentales.
Este aparato debe emplearse tras el cepillado de dientes convencional, para reducir enfermedades dentales como la gingivitis, sarro, mal aliento o caries. El irrigador dental posee un orificio que lanza un chorro de agua calibrado, para eliminar los residuos de comida que puedan encontrarse entre las piezas más cercanas Igualmente, esta función fortalece la encías y estimula la circulación sanguínea.