Si por primera vez tienes que comprar y utilizar audífonos, uno de los principales objetivos seguro que es no gastar de más.
Escoger entre los diferentes modelos, sortear las preguntas y dudas sobre cómo utilizarlos y cuidarlos es complicado cuando no se cuenta con una orientación. Es por ello por lo que a continuación se te presenta información que puede ser de utilidad para que cuando visites una tienda física u online, sepas de qué forma actuar.
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Antes de comprar un audífono
Una vez que el especialista te haya hecho una valoración y determine que necesitas un aparato para mejorar la audición, es importante que no corras a comprar el primer modelo que encuentres.
Tómate un tiempo para discernir varias interrogantes que te ayudarán a escoger el modelo perfecto para ti, como por ejemplo:
- ¿Cuáles son las características y funciones que te serán de mayor provecho, de acuerdo con tu caso en particular?
- ¿Cuáles son los costos de los equipos?
- ¿Qué opción resulta más conveniente: analógico o digital?
- Consulta si tiene periodo de prueba y la garantía que te ofrece el fabricante.
- Posibles reparaciones y mantenimiento.
Los precios en la actualidad
Aunque no es nuestra misión establecer una referencia centralizada, sí que se pueden tomar en consideración algunos rangos de utilidad a la hora de visitar los centros que ofrecen este tipo de productos. El estudio está basado en las ofertas que muestran algunos centros online, como Audioactive.
La realidad es que existe una gran variedad de precios para este tipo de dispositivos, los cuales oscilan entre un poco más de 100 euros hasta versiones mucho más avanzadas que pueden alcanzar los 3000 euros fácilmente.
Sin embargo, hay que aclarar que los audífonos con un coste más elevado no guardan necesariamente relación directa con ser más eficientes. Al contrario, se pueden conseguir modelos con relación precio/calidad bastante atractiva, por lo que no hay que disponer de mucho dinero para hacerse con el dispositivo adecuado.
La costumbre de usar audífonos
Al principio puede resultar ser un tanto incómodo utilizar los audífonos, pero ten en cuenta que mientras más los uses más rápido te adaptas a ellos. Incluso dejarás de sentirlos como algo molesto y pasarán a ser parte de ti.
Acostumbrarte a tus nuevos audífonos no solo implica colocarlos en tu oído, sino aprender todo en relación a ellos, cómo ponerlos y quitarlos de manera correcta, saber limpiarlos bien y cambiar las pilas cuando sea necesario. En este sentido, tu audiólogo será de gran ayuda.
Así como el precio es determinante, las características del dispositivo también lo son. De ello depende que el uso se vuelva cada vez más confortable, a sabiendas de que son muchos los beneficios que tienen, sobre todo modelos como los de tiendas especializadas, como audiben.
Problemas comunes al usar audífonos
Al comenzar a usar audífonos puede que presentes algunos de estos problemas comunes:
- No son cómodos. Este problema es temporal y requiere de un periodo de adaptación.
- Efecto de oclusión. Es la sensación de estar congestionado o taponado, lo que hace que escuches tu propia voz de manera fuerte. En algunos casos este problema se puede aminorar con algunas correcciones, pero ten en cuenta que es algo normal en el uso de estos equipos.
- Interferencias. Se trata de sonidos similares a un zumbido o que el oído se encuentre tapado por cera o líquido.
¿Cómo se cuidan los audífonos?
El mantenimiento y cuidado es fundamental para que tus audífonos duren el máximo tiempo. Debes tener siempre en cuenta:
- Mantenerlos lejos de la humedad y las altas temperaturas.
- Limpiarlos correctamente de acuerdo a las instrucciones del equipo.
- Mantener tus oídos limpios.
- Cambiar la pila inmediatamente cuando se agote.
- Dejar los audífonos apagados cuando no se usen.
- No utilizar productos para el cabello, como lacas o espray mientras usas los aparatos.
- Mantener los audífonos y pilas en un lugar seguro, alejado de los niños y las mascotas.
Aunque a nadie le gusta tener ningún problema de salud, la realidad es que esta es una afección que puede tratarse sin disminuir en gran medida la calidad de vida, siempre y cuando se sigan las acciones correctas.