Son muchos los factores que pueden hacer que una persona se sumerja en el mundo de las drogas: aislamiento, inseguridad, problemas familiares o sociales, fracaso escolar, paro… Y en muchos casos subyace una circunstancia que puede ser desencadenante o agravante, según la situación: una baja autoestima.
Cuando la persona tiene una percepción de sí misma distorsionada y negativa, el riesgo de caer en algún tipo de adicción se eleva. Por eso, la autoestima es uno de los aspectos más importantes y que más se trabajan en cualquier centro de desintoxicación que ofrezca algún tipo de tratamiento para dejar las drogas.
Si no se revierte ese sentimiento de inferioridad es fácil que el individuo no pueda evitar caer de nuevo en tendencias autodestructivas. Tendencias que a las que ha estado atado a veces durante años.
No importa el tipo de droga ni el grado de adicción. La dependencia provoca que el individuo pierda habilidades sociales básicas y se encierre en un círculo vicioso del que solo podrá salir con apoyo profesional y, por supuesto, social y familiar.
Contenidos
¿Por qué es tan importante la autoestima?
Hay mil y una teorías sobre la autoestima, sobre lo que es, los tipos que existen y cómo afecta al individuo. Decía Mark Twain que “una persona no puede estar cómoda sin su propia aprobación”. Por eso, niveles bajos de autoestima provocan que el individuo presente miedos, pensamientos negativos, depresión e inestabilidad emocional.
Ese es el caldo de cultivo ideal no solo para caer en las drogas, sino para tener serias dificultades para abandonar la drogadicción o sufrir recaídas una vez que se ha conseguido salir.
Sin embargo, trabajar la autoestima en pacientes con problemas de adicción a las drogas no es fácil. Se debe realizar un proceso de cambio profundo, de reconstrucción, a veces de búsqueda de algo que nunca se tuvo del todo. Es como aprender a andar de nuevo después de un grave accidente.
Para conseguirlo, es fundamental que las personas que sufren algún tipo de adicción trabajen junto a profesionales aspectos muy diferentes. Aspectos que van desde la percepción que la persona tiene de sí misma a la forma en la que procesa los mensajes que recibe.
Lo primero es crear y fortalecer una imagen positiva de uno mismo que se irá asentando a la vez que se recuperan esas habilidades sociales perdidas y la capacidad de asumir responsabilidades. Con esa nueva visión de sí mismo y de su entorno, el adicto podrá ver desde la perspectiva adecuada cuál ha sido su relación con la droga para no volver a establecerla.
La prevención, el mejor tratamiento
Por todo lo anterior, los expertos en drogodependencias no dejan de incidir en que una de las mejores formas de luchar contra las drogas, pero sobre todo de prevenir su consumo, es fortalecer la autoestima desde la infancia.
En el seno de la familia, en la escuela o en el entorno más cercano de los niños, potenciar una visión positiva de sí mismos es darles fuerzas para enfrentarse con éxito a todos los baches y obstáculos que la vida les pondrá por delante, evitando así caer en conductas tan autodestructivas como es el consumo de drogas.