Las bayas de goji son un fruto de grandes cualidades pero acerca del cual se ha creado una gran confusión. Ciertos sectores han llegado a exagerar sus propiedades buscando posicionar a este fruto como un superalimento. Esto también ha generado que algunos otros tengan una imagen negativa de estas bayas y crean, incluso, que se trata de algo pernicioso.
Aquí te presentamos, de forma objetiva, la verdad sobre las propiedades, beneficios y contraindicaciones de estas legendarias bayas.
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Bayas de goji, una legendaria historia
Algo que no se puede negar de las bayas de goji es que han sido utilizadas en la medicina milenaria de culturas orientales, particularmente de China, país donde ha adquirido una importancia notable, pues incluso existen asociaciones encaminadas a la protección de las variedades más valoradas.
Las bayas de goji provienen del arbusto espinoso Lycium barbarum, conocido comúnmente como licio. En países europeos como Gran Bretaña, comenzó a ser introducido en el siglo XVI y desde entonces se ha esparcido de forma silvestre a lo largo de varias regiones. Y aunque se registran también algunos cultivos enfocados en esta especie, esto es algo mucho más habitual en Asia.
La verdad sobre las bayas de goji
Científicamente, las bayas de goji no han podido demostrar sus aptitudes como un superalimento; hubo cierto interés en crear una falsa imagen de estas bayas, como si se tratara de un prodigio de la naturaleza con propiedades más benéficas que cualquier otro fruto o alimento conocido y con capacidad de curar prácticamente cualquier enfermedad, es decir, una serie de exageraciones que sólo tienen por objeto vender frutos secos o incluso cápsulas de las bayas de goji.
Esto no quiere decir tampoco que estas bayas no tengan propiedades, de hecho sí aportan múltiples beneficios para el organismo, aunque a una escala más realista. A continuación te explicamos sus verdaderas cualidades, medidas con estricto rigor científico.
Propiedades nutricionales
Las bayas de goji destacan especialmente porque tienen abundantes vitaminas; tanto como algunas de las frutas y verduras más nutritivas en este ámbito pero con la particularidad de que también poseen algunas de cualidades que es más habitual encontrar en las semillas.
Por ejemplo, su aporte de vitamina C, de acuerdo a la edición de 2017 de la Base de datos Nacional de Nutrientes de la USDA, es de 48,4 mg; esto es superior al valor de cítricos como el limón, la lima o la mandarina, y casi tan rico como la naranja.
Aunque más sorprendente aún es su aporte de vitamina A, el cual es de 26,822 (IU) en estado deshidratado. Esto es superior a la cantidad de vitamina A que tiene la zanahoria en estado crudo; y casi la mitad del aporte de este mismo vegetal -el más rico en esta vitamina- de forma deshidratada.
El aporte de proteínas de las bayas goji también es sobresaliente, pues el hecho de que el 14% sea prácticamente proteína pura, lo hacen muy superior a la mayoría de frutas, siendo equiparable incluso a las semillas, por ejemplo casi igual a los 14.4 gramos de proteína que tiene la nuez (por cada 100 gramos).
Aunque una de las cualidades más interesantes, y que es posiblemente el principal origen que la vincula a capacidades medicinales, es en cuanto a sus antioxidantes, particularmente debido a su gran eficiencia.
De acuerdo a mediciones científicas como el ORAC (Oxygen Radical Absorbance Capacity), la cual esencialmente mide la capacidad de los alimentos para absorber los nocivos radicales libres, las bayas de goji destacan entre los 30 alimentos conocidos con mayor eficiencia en este sentido.
Los 24.287 pft que tienen estas bayas, lo hacen un fruto con antioxidantes más potentes y eficientes que otros alimentos famosos por esta cualidad, como el ajo, el chile en polvo, el chocolate, el orégano o los arándanos, entre muchos otros. Y aunque aún está lejos del aporte de otros elementos como el clavo, las bayas de goji tienen la ventaja de que son mucho más sabrosas, y por tanto se pueden consumir en mayor cantidad. ¿Quién en su sano juicio se comería 100 g de clavo? No obstante, cualquiera en cualquier momento puede comerse 100 g de bayas de Goji.
Beneficios
El amplio aporte de antioxidantes es un elemento esencial para proteger una óptima función celular, lo cual retrasa el envejecimiento, previene la aparición de arrugas y demás daños en la piel como la celulitis; además de ser también un gran repelente de infecciones.
Sin que signifique una panacea contra el cáncer, sí tienen una función preventiva importante, pues estudios científicos han demostrado que mantener una dieta con frutas y verduras ricos en antioxidantes reduce el riesgo de contraer este tipo de enfermedades.
Su alto aporte de vitamina A y C, también favorece tejidos especializados como el de la retina, lo cual es muy beneficioso para la vista, además de que ayudan en el desarrollo de dientes y el tejido esquelético.
Estos nutrientes también resultan importantes para prevenir enfermedades como la arteriosclerosis, así como para reducir el colesterol. También, su aporte de proteína es una fuente importante de energía y por tanto puede ser un elemento de valor nutricional para usar entre comidas.
Cabe señalar que estos beneficios tienen un carácter más preventivo y de reforzamiento que capacidades de curación inmediata; es decir, lo mejor es ver a estas bayas como un fruto con alto aporte nutricional, y no como una medicina o súper alimento que va a venir a solucionar nuestros problemas de salud de la noche a la mañana.
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Contraindicaciones
La bayas de goji, per se, son bastante seguras y no se conocen mayores efectos secundarios, no obstante, el gran problema es que gran parte de los cultivos industriales a nivel mundial han sido contaminados con peligrosos pesticidas, los cuales son muy difíciles de remover en los productos infectados.
https://www.youtube.com/watch?v=FNDMPQWVkBY
De hecho, hace unos años, tras una profunda investigación de la Organización de Consumidores y Usuarios (OCU), se exigió a la Agencia Española de Consumo, Seguridad Alimentaria y Nutrición (AECOSAN) remover del mercado al menos 10 marcas de bayas goji por contener múltiples componentes altamente nocivos para el organismo, particularmente como consecuencia de los tóxicos pesticidas utilizados para su producción.
Por este motivo, actualmente se considera una mejor alternativa consumir bayas de goji silvestres o mejor aún, sembrar tus propios arbustos, pues se trata de una planta que crece con facilidad en casi todo tipo de climas. Tan sólo considera plantarlas tras la última helada de invierno o bien al final de la primavera; cuanto más sol, mejor aún, y aunque son capaces de resistir la sequía, una regada de vez en cuando ayudará a que crezcan más rápido.