Las grasas y los lípidos son nutrientes importantes del organismo ya que sirven para crear tejido nervioso, hormonas y membranas celulares. Igualmente, también son utilizados por nuestro cuerpo como “gasolina” para emprender la marcha en el día a día. No obstante, comer fritura es malo para nuestra salud.
Es importante tener en cuenta que la grasa que tomamos y no quemamos como combustible, no es funcional para nuestro organismo, por lo que se almacena en forma de células adiposas, provocando que acumulemos más grasa.
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Los fritos y la salud
La técnica de la fritura se realiza al sumergir completamente un alimento en aceite solo o con un empanado completo (normalmente con harina y huevo).
Así, el producto final es un alimento con más calorías que las que tiene originalmente, sobre todo si la fritura no se ha llevado a cabo adecuadamente. Por esta razón, los fritos son comidas que contienen una gran cantidad de calorías y energía.
Además, los valores nutricionales del alimento varían en función de diferentes aspectos: si lleva empanado o no, la calidad del aceite, la naturaleza del producto, la temperatura y el tiempo de fritura.
Debemos aclarar que los fritos no tienen porqué ser alimentos insanos, ya que tradicionalmente, nuestro país está lleno de gastronomía que utiliza la técnica de la fritura y que forma parte de la dieta mediterránea.
Comer fritos con moderación puede ser un hábito sano que forma parte de una alimentación equilibrada. El problema surge cuando son consumidos con demasiada frecuencia, especialmente en establecimientos de comida rápida, ya que el aceite que se utiliza no es de buena calidad y los alimentos son aderezados con mucha sal.
Cómo hacer fritos más saludables
Una de las mejores forma de hacer frituras saludables es usando una freidora de aire caliente. Este aparato de cocina fríe los alimentos utilizando una temperatura elevada con corrientes de aire caliente que circulan a una gran velocidad.
Con este tipo de fritura, se consigue un alimentos frito sin utilizar apenas aceite, que es el componente que más calorías aporta.
Si quieres seguir el método tradicional, es importante tener en cuenta que los alimentos como trozos grandes de pescado o pollo, deben freírse a una temperatura que se encuentre entre los 120 y los 140º.
Por otra parte, los productos congelados y precocinados deben cocinarse a unos 150º para que no se quemen y su parte exterior quede bien hecha.
En cuanto a los productos que requieren una fritura más rápida, como el pescadito frito, es importante establecer la temperatura en los 180º.
Si dudas sobre si lo mejor es dejar los fritos, la respuesta es no. Al evitar consumir fritos estás diciendo adiós a una gran cantidad de alimentos que suelen cocinarse con esta técnica, como las patatas fritas, que contienen una buena cantidad de grasa y almidón.También es esencial tener en cuenta que las grasas no son enemigas para nuestro organismo, son totalmente necesarias para que funcionemos con rendimiento en nuestro día a día. Siempre que combines una dieta saludable con un poco de ejercicio, comer fritos no estará totalmente prohibido.