Cuidar de una mascota representa una responsabilidad enorme para toda la familia y también una oportunidad de aprovechar diversos beneficios físicos, mentales y emocionales relacionados con la convivencia. Poder compartir paseos, juegos y recibir compañía tiene efectos positivos sobre todos los miembros de la familia involucrados en su cuidado y protección.
El hecho de convivir con una mascota implica proporcionarle una dieta saludable y condiciones de vida óptimas. Para esta tarea se cuenta con la ayuda de profesionales especializados como, por ejemplo, Barakaldo Vet Shop. Pero no todo son responsabilidades, pues esta convivencia también ofrece el siguiente conjunto de beneficios terapéuticos.
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Reducen la ansiedad y el estrés
Tienen la capacidad de reducir los niveles de estrés, lo cual se debe a que la interacción con mascotas incentiva la producción de oxitocina, hormona que reduce el estrés. Es por esto que los tiernos animalitos pueden ayudar a mejorar el estado de ánimo de las personas, al necesitar jugar con ellos e invertir energía y tiempo en paseos.
Proporcionan afecto y son excelentes acompañantes
Cuando estamos acompañados por animales, llegamos a sentirnos con menor sensación de soledad y con mejor humor, lo cual ayuda a combatir la depresión. La presencia de una mascota estimula el contacto físico y pueden llegar a convertirse en nuestros pilares emocionales, especialmente cuando no tenemos compañía humana.
Adquisición de nuevos hábitos
Las mascotas requieren de una rutina obligatoria de aseo diario, atenciones, alimentación y entretenimiento. Si eres una persona con dificultades para adquirir hábitos, una mascota en casa puede ayudarte a ejercitar la responsabilidad, el orden y el altruismo, además de construir nuevos hábitos saludables que te saquen un poco de la zona de confort.
Capacidad de socialización
Otro de los beneficios de una mascota es la capacidad de facilitar la socialización. Es posible que las personas que sacan a pasear diariamente a sus mascotas compartan conversaciones y tiempo con otros dueños de animales. Esto resulta especialmente útil para personas mayores cuya vida tranquila les ha llevado al sedentarismo y a la baja interacción social.
Resultan excelentes terapeutas
Aunque los animales no tengan una capacidad de razonamiento equivalente a la del ser humano, sí que pueden convertirse en factor determinante para el éxito de ciertas terapias. Los animales pueden ser incluidos en tratamientos destinados a mejorar las funciones sociales, emocionales y cognitivas, especialmente en niños y adultos que padecen trastornos del espectro autista.
Mejoran la empatía
Convivir con animales ayuda a que las personas puedan aprender a reconocer las necesidades, emociones y sentimientos del resto de los seres vivos, algo especialmente necesario para los niños. Al estimular la empatía, es posible mejorar las relaciones con el resto de personas al entender más fácilmente sus sentimientos.
Generan armonía y permiten compartir tiempo en familia
Las mascotas tienen la capacidad de unir a las familias y hacer que todos se sientan bien. Los cuidados, atenciones y juegos con las mascotas suelen ser una tarea compartida entre los miembros del hogar, fomentando el trabajo en equipo y haciendo que todos en casa se sientan en armonía.