Existen miles de razones que llevan a turistas de todo el mundo a hacerse parte de una de las rutas del Camino de Santiago. Una de ellas, sin lugar a dudas, está vinculada al buen estado de salud.
Son muchos los pros y contras que se pueden pasar por la mente al momento de tomar la decisión para hacer el Camino de Santiago. La mayoría, encuentra en los pros el motivo suficiente para aventurarse a vivir esta increíble oportunidad.
Parte de su alta popularidad se debe al conglomerado de beneficios que encuentran los visitantes al adentrarse en una de estas rutas: historia, cultura, espiritualidad, contacto con el medio ambiente, gastronomía, entretenimiento, deportes, etc.
Todo esto se realiza en una caminata organizada que, además de permitir el contacto directo con cada uno de los entornos, también ayuda a reforzar la salud desde distintos puntos de vista.
Para conseguir que todo se desarrolle con total normalidad, la contratación de una empresa facultada en las rutas es indispensable. Contar con una asesoría lo suficientemente conocedora de los entornos es vital para que sea un disfrute de tramo a tramo.
Una de las empresas más reconocidas en este ámbito es santiagoways.com. Ellos manejan un nutrido grupo de rutas para hacer el camino donde se le da a cada uno la orientación suficiente para permitir a los viajeros disfrutar de todo el trayecto, sin que vean mermada su comodidad.
Estas rutas pueden cubrir distintas zonas de España, con una duración variable en dependencia al camino escogido. Dentro de los más conocidos está el Camino Francés, el cual parte desde St Jean Pied de Port y tiene una duración 5 de días dentro de los cuales se recorrerá un aproximado de 66 kilómetros.
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Sin rutina, sin estrés
Uno de los principales problemas de salud que está afectando a la población mundial en la actualidad es el estrés. Además, se ha logrado vincular este con otras enfermedades e, incluso, con la posibilidad de empeorar cualquier estado.
Hacer el Camino de Santiago permite vivir unos días alejados de la rutina, de lo común, para adentrarse a un mundo donde el tiempo parece infinito y las complicaciones diarias no nos pueden alcanzar.
Este hecho permite relajar el cuerpo y la mente, haciendo una especie de desintoxicación que ayuda a que se recupere un poco la vitalidad.
Es por esta razón, que las personas que vuelven después de unos días, pueden sentir algún cansancio físico (si de hecho no están acostumbradas a largas caminatas) pero con un pensamiento totalmente distinto a la forma en cómo llevan su vida en la actualidad.
Este cambio también es posible de notarse en la mejora del humor, lo que es bastante positivo para evitar problemas que se generen básicamente a razón de él, tal como los de orden cardiovascular en un primer nivel.
Reflexión a cada paso
Otro punto que vale la pena destacar (y al cual muchos de los que han hecho el Camino hacen mención) es el contacto que se logra tener consigo mismo, lo cual genera un movimiento interno muy fuerte que permite reflexionar sobre distintos aspectos.
A este punto de reflexión se llega, en la mayoría de los casos, con el contacto natural, la inmensidad de los escenarios y la salida de las respectivas zonas de confort.
Se dice que el Camino de Santiago ejerce su poder hasta en los que tienen el corazón más duro, permitiendo que cada uno de los asistentes puedan desahogarse de sus presiones personales, ya sea gritando o llorando, sin que se sientan juzgados por nadie.
Todo esto logra avanzar en un proceso de limpieza mental que ayuda a desligarse de las preocupaciones diarias para conseguir una estabilidad que ayuda a determinar todos los aspectos de nuestra vida y la forma en que podemos encauzarlos para conseguir mejores resultados.
Son muchas las personas que salen de allí con propósitos y objetivos, ciertamente para su vida diaria, pero también orientadas a un nivel corporal, buscando que tras su vuelta al mundo “normal” puedan cumplir metas, como una alimentación más saludable, realizar ejercitación constante o descansar el tiempo suficiente.
Sin contaminación
Son muchos los pueblos que se atraviesan al andar cualquiera de los caminos para llegar a Santiago de Compostela, pero la mayoría de ellos tienen una estructura más bien rural que los alejan de la constante polución presente en las grandes ciudades.
Por esta razón, si vienes de uno de esos escenarios sumidos en la contaminación y el humo, será un gran cambio para tus pulmones aprovechar unos días en esos entornos limpios y puros.
Además, las comidas que se consumen son poco procesadas, más bien realizadas con productos autóctonos de cada zona que brindan mejores nutrientes, al mismo tiempo que resultan provocativas para los que no están acostumbrados a esa gastronomía.
El peso adecuado
Aunque el Camino dura unos pocos días, las caminatas que son necesarias hacer pueden ir de 18 a 22 Km a diarios, lo que hace que el esfuerzo físico sea mucho mayor al que cualquiera puede estar acostumbrado.
Esta es una herramienta clave para conseguir tonificar músculos, sobre todo los que se ubican en las piernas y la espalda, por lo que de seguro conseguirás mayor fortaleza y una presentación más interesante.
Pero, no es solo eso. A pesar de que en muchos momentos el clima está de nuestro lado, el esfuerzo colocado tras cada paso causa un efecto muy positivo en el peso, haciendo que disminuya y que, al acabar, cuentes con unos kilos menos que a nadie le hacen mal.
Asimismo, es un hecho que el Camino no empieza con el primer paso del primer día de recorrido, sino que se inicia mucho antes, cuando se programa una ejercitación para conseguir tener la resistencia suficiente para hacer frente a los días por venir.
Todo esto sumado, genera que se puedan notar cambios físicos y mentales en muy poco tiempo, razones que también animan a una buena cantidad de personas a unirse como peregrinos.