A la hora de elegir un buen sofá, hay que mirar más allá de la apariencia. El interior tiene mucho que ver en la calidad y vida útil de este mueble.
Una de las piezas fundamentales en el equipamiento del hogar es el sofá. Base de la decoración y el estilo, podemos encontrar tantos modelos distintos como gustos existen. Colores, acabados y texturas suele ser lo que más se mira cuando se busca un sofá que nos guste. Aunque hay un elemento clave en estos muebles, que muchas veces pasa desapercibido. No referimos a la estructura, sobre la que se colocan los demás materiales para dar con un buen sofá.
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El armazón del sofá debe ser de calidad
El interior del sofá debe ser resistente y estar fabricando con materiales de calidad. Solo así se puede disponer de un mueble que dure un largo tiempo, cuanto más, mejor. Una estructura que aporte robustez al conjunto, además de asegurar que el acabado sea óptimo.
A veces se puede pensar que no es demasiado importante, y que al no verse, se puede ahorrar en la estructura sin que importe demasiado. Aunque los fabricantes de sofás saben muy bien que no es así. De hecho, es preferible recortar en otros detalles si realmente quieren ofrecer muebles que puedan durar.
Madera maciza, lo más utilizado
Lo armazones suelen fabricarse con listones y piezas de madera maciza. El pino es uno de los preferidos para hacer estructuras porque tiene muy buena resistencia y se puede tratar fácilmente contra plagas y humedad. Un sofá con este esqueleto es una garantía de durabilidad. No se deformará por el uso o el paso del tiempo, y cuanto mejor sea la calidad de la madera, más tiempo durará en perfecto estado.
Actualmente las técnicas modernas permiten obtener algunos materiales derivados de la madera que también son de calidad. Los aglomerados y las fibras de media densidad (MDF) aportan la misma robustez y prestaciones que la madera maciza. Además, es una forma de aprovechar al máximo los recursos naturales para no talar más árboles de los necesarios.
Aunque algunos sofás tienen una estructura de otros materiales, como aluminio, hierro o acero, lo cierto es que se sigue apostando más por la madera debido a que es un material más natural y resistente a elementos como la humedad o los cambios de temperatura. El hierro se oxida con facilidad, y el calor o el frío pueden hacer que el sofá dilate o se contraiga, llegando incluso a agrietar el tapizado si no se tiene en cuenta.
FP armazones, más de 6 décadas fabricando estructuras de calidad
Si quieres escoger un buen sofá y te gusta fabricar tus muebles, puedes confiar en FP armazones. Esta empresa lleva desde mediados del siglo pasado haciendo trabajos de carpintería. Poco a poco sus fundadores se dieron cuenta de lo importante que es una buena estructura para el sofá, y decidieron especializarse en su creación.
Tanto los procesos de fabricación como las instalaciones han ido evolucionando. Hoy la forma de tratar la madera es bastante diferente de como se hacía hace décadas. Pero hay algo que no ha cambiado desde el principio. Garantizar la calidad del producto para que el resultado siga siendo el mejor. Una fusión perfecta entre la artesanía y el uso de las nuevas tecnologías que da como resultado estructuras resistentes y de larga duración. Muchos profesionales de la tapicería apuestan por estos productos porque proporcionan los mejores resultados.
Lo más importante es lo que no se ve
Es cierto que un armazón nunca se ve, y que puede ser fácil olvidarse de que es clave para disfrutar de un sofá por muchos años. Pero cuando escoges una buena estructura, te aseguras de que te servirá toda la vida. Tanto que incluso puedes aprovecharlo para darle un aire nuevo a tu casa cambiando el tapizado. Si el armazón es resistente, nada te podrá impedir hacerlo.