Se queda atrás el invierno y las reuniones al aire libre empiezan a ganar protagonismo. Quien tiene un espacio abierto en casa, tiene un tesoro durante esta época del año y buscar la decoración acorde se convierte en un reto. Independientemente del tamaño, las posibilidades para decorar son numerosas. Plantas, fuentes, hamacas o mesas de jardin, entre otros; configuran las amplias opciones que se presentan para poner color y estilo a un entorno de estas características. Aquí tienes unos consejos para conseguir el jardín ideal.
En un espacio de este tipo no puede faltar una o varias mesas, cuya utilidad está presente en cualquier momento del día. Un desayuno respirando aire fresco a primera hora de la mañana, una comida con amigos o una cena a la luz de la luna. La mesa es un elemento tan imprescindible como significativo del estilo que se pretende imponer al jardín. Las opciones son múltiples y responden a diferentes usos. La mesa de aluminio, preparada para exterior, suele quedarse en una posición fija gracias a su capacidad para resistir altas y bajas temperaturas, así como a la lluvia. Al igual que la madera, si bien con este material hay que llevar más cuidado. Quien quiera sorprender a sus invitados puede elegir una mesa de pícnic que incluye cuatro bancos para sentarse. También llama la atención un estilo similar al de la barra de un bar, elaborado con madera de pino. Los colores más habituales para las mesas suelen ser el marrón, característico de la madera, y el negro, si bien no hay que descartar el blanco para las propuestas más atrevidas.
Tenemos la tabla, ahora necesitamos un sitio donde sentarnos. Las sillas jardin son otro elemento clave en la decoración. Aquí las opciones se multiplican porque un mueble de estas características puede tener muchos usos. Las sillas propias de comedor se adquieren en una gran cantidad para dar cabida a un alto número de personas. Las plegables también cumplen con esta función. Otro estilo ofrecen los sillones reclinables, que suben considerablemente el nivel y que se utilizan en el ámbito privado. Hay modelos sintéticos preparados para las zonas exteriores.
El valor de dónde pisamos
Por otro lado, el suelo es uno de los componentes que más caracterizan al entorno. El césped entona con la mayoría de escenarios, lo que contrasta con su mantenimiento. Es tan bonito como arriesgado, y solo disponible para los bolsillos más amplios. Una opción mucho más económica y que ofrece un buen resultado son las piedras. Pequeñas y ligeras, como si se tratase de una playa rocosa, este material es económico y combina con la mayoría de entornos. El inconveniente es que hay que llevar cuidado a la hora de salir descalzos. El jardín más elegante y estiloso necesita imperiosamente de plantas y esto implica una difícil decisión. Hay una parte de la flora que son muy resistentes al sol y que, por tanto, concuerdan perfectamente en este contexto. Lavanda, rosales y claveles han llenado de color y alegría a muchos partios españoles; y siguen estando entre las mejores plantas para un jardín. Un modelo que es cada vez más común es el cactus, por factores como su facilidad de mantenimiento y el toque diferente y único que aporta.