La lactancia materna es un fenómeno natural que tu cuerpo prepara durante todo el embarazo. La falta de leche y la dificultad para amamantar son las principales razones por las que las madres tienen para dejar de amamantar a sus bebés. Los expertos recomiendan siempre la leche materna, por fortuna, en la actualidad existe muchas alternativas. En este artículo vamos a profundizar en una serie de consejos para amamantar con éxito. En caso de querer intercalar leche materna con la artificial, muchas marcas ofrecen muestras gratis para bebes a fin de que elijas la mejor para tu bebé.
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Prepara tus senos para amamantar
No es necesaria la preparación del pecho para una lactancia exitosa. Los senos se preparan naturalmente durante el embarazo. Sin embargo, esto no garantizará, a pesar de todo, la ausencia de dolor en la succión de las primeras tomas o la ausencia de grietas. Usa un jabón graso para evitar que se seque el pezón. Masajea regularmente tu areola y pezón con una crema grasa o un aceite a fin de humectarlos y suavizarlos.
Amamantar inmediatamente después del nacimiento
El contacto piel con piel entre tu bebé y tú desencadena la lactancia y el reflejo de amamantar del bebé. Tu bebé comenzará a buscar el seno que producirá leche con rapidez. Los bebés a menudo están más despiertos e interesados en amamantar dentro de la primera hora de vida. En el caso de un parto por cesárea, la madre o el padre pueden sostener al bebé para que pueda disfrutar de su primer alimento.
Domina la técnica
Lleva a tu bebé sobre tu pecho en lugar de tu seno hacia él. Sujeta firmemente el cuello y los hombros de tu bebé sin empujar la parte posterior de la cabeza, ya que el bebé a menudo responde a esta presión alejándose del seno. Puedes sacar unas gotas de tu leche para despertar los sentidos del gusto y el olor. Cuando el bebé suelte el seno o succione con más fuerza, hazlo eructar y ofrécele el otro seno. Si necesitas retirarlo del seno, inserta suavemente un dedo en la esquina de su boca hasta que se retire.
Encuentra la posición más conveniente
Hay muchas posiciones para amamantar. Encuentra en la que tanto tu bebé como tú estéis más cómodos. Si has dado a luz por cesárea, es posible que necesites ayuda para encontrar una posición cómoda para ambos. Solicita la ayuda de enfermeras y matronas.
Alivia tus pezones
En los primeros días, expón tus pezones al aire después de cada toma y deja un poco de leche seca en tus pezones. La leche materna tiene propiedades lubricantes y antiinfecciosas. Si tus senos están hinchados y doloridos, usa las compresas frías para reducir la hinchazón, luego un ligero masaje y calor, (toalla caliente o ducha caliente) ayudarán al flujo de leche. Te sentirás más cómoda si sacas algo de leche antes de amamantar para aliviar la presión.
Mira al bebé, ¡no al reloj!
Estate atenta a los signos de hambre que indican que tu bebé quiere amantar, como cuando gime, se lame los labios o se lleva las manos a la boca. El llanto es un signo tardío de hambre. En lugar de programar las tomas de acuerdo con el reloj, observa en su lugar la aparición de estas señales. Algunos bebés prefieren varias tomas, mientras que otros prefieren una comida larga. No apures a tu bebé, tómate tu tiempo.
Cuídate y descansa
No olvides descansar y relajarte entre las tomas. Esto será bueno para ti y para tu producción de leche materna. Los primeros días, intenta descansar cuando tu bebé duerme. Ingiere comidas sanas, completas y equilibradas, e hidrate adecuadamente. Mientras amamantas a tu bebé, también puedes tomar un refrigerio y beber algo.