A lo largo de las diversas regiones del Perú existe una extensa lista de platillos por degustar. Cada departamento cuenta con potajes propios de la región, por lo que al hacer turismo en diversas zonas descubrirás sabores únicos, tan deliciosos como milenarios; tan contundentes como placenteros para el paladar.
Hoy es el turno de conocer las bondades de la gastronomía cusqueña. Porque en el Cusco -región ubicada en los Andes sureños del Perú-, además de tener un sinfín de actividades turísticas por realizar, también se come. Y muy bien. Sopas consistentes, arte en cada platillo, y sabores que se mezclan a la perfección con la carne de su ganado satisfacen a todo viajero que se sienta en sus mesas. ¿Quieres conocer los platos fuertes? Aquí te presentaremos cuatro platillos típicos de la región.
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Chiri Uchu
¿Imaginas un platillo que, entre sus ingredientes, puedas encontrar gallina, cecina, cuy, charqui, maíz blanco tostado, cochayuyo, huevera de pescado, rocoto, queso, ají y cancha? Todo eso y más puedes degustar en el Chiri Uchu, el plato emblema de la región cusqueña. Este potaje proviene de la época del Tahuantinsuyo y su nombre traducido al español desde el quechua sería el de picante frío.
Esta traducción también da pistas de cómo se sirve: los locales disfrutan comerlo con una temperatura de 25 °C o menor, por lo que se le considera un plato frío en la gastronomía. Si bien puedes pedirlo durante todo el año, el Chiri Uchu se consume en mayor cantidad durante la celebración del Corpus Christi, ya que, junto con la festividad religiosa, reconocen la historia, creatividad y sentido artístico al servir este plato.
Chairo
También hay espacio para las sopas. Si bien Cusco tienen en el Chiri Uchu su plato de fondo emblema, su símil entre los platillos que se consumen exclusivamente con cuchara viene a ser el Chairo. Esta tradicional sopa destaca por su sabor, consistencia y lo nutritivo de sus ingredientes. Entre ellos, puedes encontrar elementos de los Andes como el chuño, papa, mote y maíz.
Junto con la llegada del imperio español, el Chairo mutó tal como lo conocemos hoy en día, ya que contiene carne de cordero o res, y algunos otros insumos que fueron introducidos por los europeos como zanahorias, habas, arvejas, hierbabuena, perejil y orégano. Este platillo se sirve y consume muy caliente para contrarrestar los climas extremos en el Cusco.
Chicharrón
Esta delicia se sirve en todo el Perú. Pero en cada región existe una variante. Los que han probado más de un tipo de chicharrón, coinciden que la preparación cusqueña está algunos peldaños más arriba por su enigmática sazón e inigualable sabor que obtiene al utilizar técnicas ancestrales al prepararlo.
Los antiguos pobladores cusqueños cortaban los grandes trozos de cerdo en porciones más chicas para que puedan prepararse más rápido. Estas se sancochaban en agua y la grasa que emana, era utilizada como aceite para freírlas. El sabor que se obtiene es del agrado de los turistas, ya que es uno de los platillos más requeridos por los visitantes.
Cuy chactado
Al igual que el chicharrón, el cuy tiene diversas preparaciones a lo largo del Perú. En el Cusco, se fríe entero y se acompaña con papas sancochadas, choclo, salsa criolla (sobre la base de cebollas, ajíes y limón) o ensaladas. La textura y sabor del cuy en el Cusco es indescriptible, ya que el exterior crocante contrasta de una forma única con la suavidad de su carne.
Si quieres probar al conejillo de indias de una forma distinta, pide un cuy al horno: estos no tocan aceite y están rellenos de diversas verduras –donde destaca el huacatay- que le dan un toque de sabor distinto. No dudes en consumirlo, tu paladar te lo agradecerá.