¡Menudo agosto no espera! Según las informaciones meteorológicas, nos atenemos a unos primeros días de mes terribles en cuanto a altas temperaturas se refiere. Por ello, es necesario hidratarse adecuadamente, llevar ropa ligera y sobre todo, no optar por zapato cerrado ni prendas oscuras. Atrás hemos dejado los botines y zapatos cerrados debidamente guardados y limpios, para dar la bienvenida al calzado veraniego por excelencia: sandalias y chanclas. Como sabrás, hay mucha variedad de zapatos de mujer, por lo que es conveniente destacar cuáles son los más adecuados dependiendo de cuál sea la época del verano. Si aún conservas sandalias y chanclas de temporadas anteriores, es importante que las hayas conservado debidamente y conozcas cuáles son los cuidados para los zapatos de verano. Si no conoces cómo conservarlas, presta atención para conocer cómo hacerlo de la mano de Grupo Pitillos y así, el año siguiente estarán como nuevas.
¿Cuáles son los principales problemas de las chanclas y sandalias?
En verano, no basta con tener los pies bonitos y con una pedicura espectacular. El hecho de que dispongamos de un calzado en perfectas condiciones, potenciará el hecho de que luzcamos nuestros pies estupendamente. Así, tienes que saber que los principales problemas de las chanclas y sandalias, son el olor y las manchas que causan la arena o el roce. Asimismo, el calor y la humedad pueden provocar que aparezcan bacterias que puedan producir distintas patologías en nuestros pies. Si quieres eliminarlas, deberás limpiar adecuadamente su calzado periódicamente.
Para las sandalias y chanclas que sean de tela o bien de plástico, lo ideal es que se pueden meter en la lavadora prácticamente todas. Asimismo, tampoco requieren más cuidados una vez han sido introducidas en el electrodoméstico. Sin embargo, siempre puedes optar por pulverizar unas gotas de árbol de té para evitar que aparezca un aroma nauseabundo.
Por contra, si las sandalias son de piel, evita introducirlas en la lavadora. Para ellas, escoge una limpieza a mano. De este modo, elimina la suciedad exterior con un trapo húmedo con un jabón que sea apto para la piel o bien, utiliza leche limpiadora facial. Frota con suma suavidad por la piel y a continuación, haz lo propio para el interior. Una vez se ha conseguido, aplica una capa de crema de zapatos que sea incolora para así impermeabilizarlas. Si quieres evitar el olor, espolvorea polvos de talco en el interior o bien, aplica desodorante.
Por otro lado, si el olor persistiese, puedes optar por otros trucos que resultarán infalibles. En primer lugar, es muy importante que alternes el uso de tus sandalias. Independientemente de que unas sean tus favoritas, déjalas reposar una semana antes de volvértelas a poner. Durante este tiempo, utiliza bicarbonato sobre la suela y la parte interior de las tiras de las sandalias. Déjalo actuar un par de noches y al día siguiente, frota suavemente con un paño el calzado para así eliminar el bicarbonato.
Otra manera de eliminar el olor, es meterlas en una bolsa y dejarla en el congelador toda la noche. Al día siguiente, sécalas con el secador de pelo o bien, déjalas al sol. Para eliminar las bacterias, moja una gasa con un poco de alcohol y pásalo por la suela y el interior de la sandalia. Ahora, es el momento de que pongas en práctica estos consejos para que puedas lucir en verano tus sandalias en perfectas condiciones.