Cualquier empresa debe cumplir unos principios mínimos organizativos y productivos para garantizarse una continuidad en el mercado. Al tiempo, no solo debe generar beneficios, sino que se debe posicionar dentro del marco de la legalidad en todos los aspectos
Los expertos analistas empresariales, como Stuart Henderson, hablan de una serie de preceptos que toda organización debe cumplir para ser eficiente. Algunos son bastante lógicos, pero muchas veces no se repara en ellos y se cometen los mismos fallos una y otra vez, conocerlos ofrecerá una mayor preparación para continuar con el desarrollo y expansión de las empresas.
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Qué hay tener en cuenta en una organización empresarial
Un primer aspecto esencial que se debe considerar por parte de los directivos de la compañía no es otro que el de definir con claridad los deberes y responsabilidades de cada trabajador, impulsando la definición de la autoridad y dejando claro cuál es la figura de liderazgo y la jerarquía de toda la organización.
En segundo lugar, se deben establecer objetivos claros que sean entendidos y aceptados por todos los agentes involucrados en la empresa, que deberán tomar su parte de responsabilidad en su cumplimiento.
En tercer lugar, se pondrá un especial énfasis en evitar la duplicidad de las tareas para conseguir ser más productivos. La dirección cumplirá una función estratégica, delegando el resto de funciones y quedando libre de tareas secundarias.
Los grupos de trabajo deben ser las unidades básicas de la empresa y se tenderá a un diseño organizacional sencillo, atendiendo a los objetivos y tareas específicas.
Como se puede comprobar, son una líneas muy básicas, pero que requieren de un control que solo puede llevarse a cabo con un buen software de gestion laboral, como el que ofrecen en la web de Aplicaciones Reunidas, a la que se puede acceder fácilmente a través del enlace que se acaba de sugerir.
Las responsabilidades de una empresa con los trabajadores
Ningún empresario debería negar jamás que el motor de su empresa son sus trabajadores y, por tanto, asumir una serie de responsabilidades que tiene con ellos. Las organizaciones deben preocuparse no solo de cuánto generan, sino de cómo lo generan, asumiendo el bienestar de su plantilla y asegurándoles todos sus derechos. El concepto de éxito empresarial actual no se limita al crecimiento de la compañía, sino que se extiende a proporcionar una buena calidad de vida a todos sus trabajadores.
Las empresas están cada vez más concienciadas con los derechos de sus trabajadores, ya que valoran significativamente la gran labor que realizan, e incluso se preocupan de cuál será su situación cuando llegue el momento de la jubilación.
Preparación de la jubilación
Todos los trabajadores escuchan oír de planes de pensiones, y de cómo conseguir los ahorros necesarios para cuando llegue el momento de jubilarse. Pero, la realidad actual es que, con la llegada de la crisis, la disminución salarial y el aumento del paro, pocas son las familias que tienen un dinero extra que dedicar a la preparación de la jubilación. A estas circunstancias, se le suma a incertidumbre de si los trabajadores activos de hoy día podrán tener derecho a pensiones o cuál será la cuantía de estas, debido a que las arcas del estado cada vez están más vacías y la población es cada vez más vieja.
AON España, en un interesante artículo al que se puede acceder a través de este enlace, trata la llegada del momento de la comunicación de jubilación a la empresa y cómo muchas compañías ya se están implicando en la jubilación de sus empleados, para proporcionarles ahora cierta seguridad y tranquilidad para con el futuro.
Es un artículo que merece la pena ser leído con detenimiento ya que trata de los diferentes niveles de implicación que las organizaciones asumen con respecto a esta etapa de sus empleados. Los niveles van desde el 0, en que la empresa elude este problema y piensa que no es su responsabilidad, hasta el 4, en el que hace aportaciones económicas. Entre ambos, los más equidistantes, existen tres niveles con distinto grado de implicación y que se pueden conocer en profundidad visitando la web sugerida.
Cultura de responsabilidad social de las empresas
Además de la responsabilidad social de los trabajadores, el mundo actual en constante evolución exige que las organizaciones se adapten al nuevo paradigma. No solo deben orientar sus esfuerzos a los productos o servicios que ofrecen, sino en la forma en que los prestan y los medios que utilizan para desarrollar su actividad.
Los ciudadanos se han familiarizado con términos que eran impensables hace apenas unas décadas: código ético, cultura organizacional, misión y valores, responsabilidad social corporativa… Y no solo eso, sino que cada vez la exigencia es mayor al respecto.
Toda empresa que pretenda conseguir un mínimo de prestigio en el mercado actual, debe permanecer sensible a los impactos que su actividad genera en el entorno. En este contexto se engloban los trabajadores, el medio amiente, la sociedad… las empresas comprometidas son las que consiguen tener una mayor proyección de futuro, pues los ciudadanos cada vez prestan más atención a los valores, la ética y a la cultura de empresa.