Con frecuencia nos topamos con diferentes dietas que ofrecen objetivos como aumentar masa muscular o favorecer la pérdida de peso.
Sin embargo, más allá de los beneficios que se puedan conseguir en cuanto al control del peso, las diferentes dietas que se realizan sin supervisión médica pueden causar al organismo algunas deficiencias, en especial para la salud bucodental.
Es por ello que además de contar con la asesoría médica especializada de un nutricionista, es necesario acudir a su clínica dental de confianza cuando comience una dieta hiper-proteica. De esta forma evita las posibles repercusiones negativas que una dieta baja en calorías y rica en proteínas puede generar en su dentadura.
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Perjuicios de las dietas altas en proteínas en la salud dental
Más allá de los beneficios para el control y mantenimiento del peso que se ofrecen con las dietas altas en proteínas, hay que tomar en consideración algunos déficits importantes que derivan en riesgos para la salud dental.
Con esto no queremos decir que esta clase de dieta sea negativa, sino que supone algunos riesgos que deben considerarse y prevenirse de manera adecuada si lo que se quiere es conseguir beneficios reales a nivel general para todo el organismo.
Algunos de los perjuicios de las dietas altas en proteínas con respecto a la salud dental son los siguientes:
- Condicionan la respuesta inflamatoria, lo cual tiende a favorecer el desarrollo de gingivitis y otras enfermedades inflamatorias de las encías.
- Sin la suplementación adecuada de vitaminas y minerales, el sistema inmune comienza a presentar fallos que derivan en una respuesta ineficiente a las infecciones bucales.
- El exceso de proteínas reduce las propiedades antibacterianas de la saliva.
- El déficit de vitamina A, B y C de la dieta hiper-proteica causa una reducción de la salivación, irritación de la comisura de los labios y reducción de la capacidad de reparación de los tejidos, todo lo cual influye en la aparición de caries.
- Dificulta la absorción del calcio y propicia el deterioro de los tejidos, algo que compromete de manera negativa el sostén de los dientes.
- La acidosis puede causar alteraciones hormonales, haciendo que el sudor y aliento presenten un olor a amoniaco.
Al conocer estos riesgos, puede trabajar en formas de prevenir los déficits causados por las dietas ricas en proteínas. Junto a su nutricionista, médico general y odontólogo puede realizar esta clase de régimen alimenticio sin que su salud bucal se vea afectada de manera negativa.
¿Qué debemos hacer en caso de necesitar de este régimen alimenticio?
A pesar de los efectos secundarios que hemos mencionado, muchas personas tienen necesidades médicas específicas que les obligan a seguir estas dietas.
Entonces, se hace necesario en principio, consumir suplementos alimenticios que aporten aquellos nutrientes que la alimentación hiper-proteica no está proveyendo. Lo mejor en estos casos es hablar con un nutricionista profesional.Lo siguiente, será mantener vigilancia constante de la salud bucal con un especialista y consumir suficiente cantidad de bebidas hidratantes, disminuir el alcohol, la cafeína y mantener una adecuada higiene bucal.