Para un importante sector científico, la edad comprendida entre los 1 y los 6 años, conocida como etapa infantil, es la más importante en todo el desarrollo evolutivo posterior. Y es que este momento del niño o la niña se caracteriza por ser clave en su avance de forma integral. Durante este periodo, se sentarán todas las bases de la estructura y dinámica de la personalidad del niño y estas se realizarán girando alrededor de tres ejes fundamentales.
Los ejes sobre los que se asienta el desarrollo infantil se basan en la relación Yo-Yo, que es aquella sobre la que emerge el concepto y sentimiento de uno mismo. Después el niño aprenderá la relación yo-tú y yo-otros cuando el sentimiento de seguridad, de configuración de la autoestima y el lenguaje aparecen y, por último, la relación yo-medio cuando se inicia el desarrollo del pensamiento, la motricidad, el manejo y control de objetos, así como el desarrollo cognitivo.
Una de las cuestiones que más preocupan a los padres en relación al desarrollo evolutivo de sus hijos es la identidad personal que estos acabarán adoptando, algo que no ocurre espontáneamente, sino que surge de las experiencias que se viven en torno a los tres ejes que hemos mencionado con anterioridad.
En el deseo de influir en esta identidad y en ofrecer un espejo de lo que ellos mismos son, los padres suelen tener especial cuidado con la ropa para niño y niña que se elige. Si eres de los que eligen con cuidado las ropas más cómodas y quiere estar informado de la tendencia en ropa infantil para el Otoño / Invierno del 2018, descubrelo aquí en la tienda online de moda para estas edades que piensa en la comodidad de los más pequeños de la casa sin dar de lado a la moda y al buen gusto. Las ropas que vistan, al formar parte de sus experiencias, definirán en parte las características individuales del pequeño, la forma de ser, su identidad, etcétera.
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La educación debida para un buen desarrollo infantil
En toda educación primaria para estas edades se deben establecer con claridad las condiciones que serán necesarias para que se puedan desarrollar adecuadamente, sin impedimentos, sin censuras, sin límites, las estructuras de los que llamaremos su personalidad.
Las actividades didácticas deben ser fundamentales en la educación integral para formar la identidad del niño, pero no son menos importantes los juegos con los que, además, se consigue desarrollar la motricidad, pues, repetimos, la educación debe ser integral. Esto significa que deben entrar en acción todos los sentidos: la vista, el olfato, el tacto, la audición y el sabor, que es sobre lo que se basa la experiencia, soporte vital sobre el que crecer y relacionarse adecuadamente con el entorno.
En la actualidad, las actividades lúdicas, como las que se organizan desde Mimos y Monas, como por ejemplo las fiestas de pijamas entre amigas y amigos, son utilizadas frecuentemente como recursos psicopedagógicos para niños en edad infantil. A través de estos juegos y eventos infantiles se experimentan nuevas sensaciones y conocen el entorno que les rodea al tiempo que van adquiriendo nuevos aprendizajes que serán una nueva base sobre la que se asentarán posteriores desarrollos. Todo esto sin contar con los sentimientos de felicidad, alegría y emotividad que a través de cada experiencia positiva de este tipo viven con cada juego.
Con este tipo de juegos, al niño se le facilita el desarrollo de varias habilidades motrices básicas y necesarias, como son las de correr, lanzar, saltar, caminar, pero también las del respeto, las de cumplir reglas, etcétera. Ambos desarrollos en común incentivan el crecimiento cognitivo de la persona que aprende a relacionar las actividades físicas con las emocionales.
El juego infantil, características
Como ya sabemos y hemos estado mencionando a lo largo de este artículo, el desarrollo en los niños es muy importante para su vida, sobre todo en los primeros años. Debemos saber y entender que cada cual necesita su tiempo y dedicación para desarrollar sus habilidades. Los centros lúdicos como el reseñado consiguen implantar con acierto estos aprendizajes, sobre todo porque son actividades que se realizan en grupos de edades similares, con lo que las habilidades se desarrollan en común más rápidamente y con mayor eficacia.
La característica principal que debe tener el juego infantil es que debe generar, ante todo, placer, divertimento y evasión. Las risas y la imaginación son elementos fundamentales en el juego infantil. Así mismo, deben implicar acción y participación entre los jugadores, creando cohesión social ya en estas edades, fundamental para vivir en la sociedad que les espera cuando sean adultos.
Es a través del juego cuando el niño expresa su verdadera personalidad, al tiempo que se descubre a sí mismo y el entorno en el que se mueve, adquiriendo roles que ha visto en su vida, lo que le sirve para entender mejor cuál es su auténtico yo. Con el juego en grupo, además de crearse ese sentimiento de comunidad y de relación social, afloran los sentimientos en relación con otras personas que no son familia y se comienzan a entender conceptos como compañero o amigo, además de ser un fuerte revulsivo para la comunicación tanto oral como gestual.