Una investigación desarrollada por el Centro Nacional de Información Biotecnológica de Estados Unidos ha determinado que los dientes de leche poseen células madre que en algún momento de la vida del niño podrían utilizarse para tratar diferentes enfermedades como la diabetes y ciertos tipos de cáncer.
El estudio indica que los dientes de leche son una gran fuente de células madre mesenquimales, las cuales tienen la capacidad de restaurar los tejidos dentales dañados y ayudar a la regeneración ósea.
Esto ocurre porque se trata de un tipo de célula que interviene en la formación de la dentina, pudiendo entonces utilizarse para tratamientos enfocados en la regeneración ósea dental, pero también en procesos más complejos como la regeneración de huesos, tratar enfermedades incurables como la diabetes, ayudar a desarrollar tejidos nuevos y tratar lesiones neuronales, incluso siendo dientes de leche que se han caído hace algunos años.
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Las células madre son el futuro de la medicina regenerativa
En el caso de los dientes de leche, las células madre se encuentran en la pulpa, papila dental, folículo dental y ligamento periodontal.
Las investigaciones apuntan a que estas células pueden convertirse en una pieza fundamental para el desarrollo de la medicina regenerativa, debido a la multicapacidad de su biología, un término que se refiere a las diferentes cualidades que se les atribuyen: reparación de tejidos conectivos, regeneración de huesos y se estudian aplicaciones en el alivio de enfermedades degenerativas como el Parkinson, Alzheimer y lesiones de la médula espinal.
En base a esta información, se prevé una auténtica revolución en los tratamientos odontológicos, ya que las células madre procedentes de los dientes de leche podrían intervenir de manera eficiente en la regeneración de la parte viva de los dientes, causando cambios importantes en los tratamientos de endodoncia y obturaciones que tienen como función la reparación de superficies cariadas.
Sin duda, este sería un cambio radical en el paradigma de la intervención odontológica tradicional.
Bancos de dientes de leche
A raíz de estos estudios y adelantos científicos, se han desarrollado centros especializados en la conservación de dientes de leche, en busca de poder aprovechar los beneficios futuros de las células madre mesenquimales que se encuentran en su interior.
De hecho, para conservar adecuadamente el material por largo tiempo, no basta con guardar los dientes en casa. Se requiere una serie de condiciones especiales, fundamentalmente el congelado en nitrógeno líquido, siendo esta la única manera de garantizar que sean útiles para un uso posterior cuando el paciente lo requiera.
Este es un proceso bastante similar al de conservación del cordón umbilical, pero que comienza en casa. Los centros de conservación entregan un material a los padres, en donde deberán colocar el diente una vez que se desprende para transportarlo de manera inmediata al laboratorio y que se pueda conservar y cultivar las células madre bajo las condiciones adecuadas. Si bien el proceso aún no se masifica, es una tendencia en alza que vale la pena aprovechar.