El estreñimiento no sólo resulta incómodo y molesto, sino que también puede mermar tu rendimiento y tu salud.
A continuación, en este post, hablamos de una dieta laxante para solucionar este problema lo más pronto posible.
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Cuidados inmediatos
Lo primero que debes hacer es verificar que tus síntomas de estreñimiento no correspondan a un padecimiento agudo, pues este tipo requiere atención médica urgente. No obstante, la mayoría de casos suelen ser padecimientos eventuales o crónicos, los cuales pueden tratarse siguiendo una serie de recomendaciones básicas de alimentación y hábitos.
Si tus síntomas corresponden a un estreñimiento que no es grave, el primer paso será comenzar a tomar abundante agua. Esto puede variar de acuerdo a tu actividad física, aunque al menos deberías beber más de 2.3 litros de agua si eres mujer y 3 litros en el caso de los varones adultos.
De igual forma, un poco de planificación y determinación serán importantes para comenzar a diseñar una dieta adecuada que te permita aliviar el estreñimiento rápidamente. En este sentido será importante llevar a cabo de forma puntual cada una de las comidas del día y erradicar en la mayor medida de lo posible la comida rápida, el alcohol, bebidas gaseosas y alimentos procesados.
Diferentes vías para aliviar el estreñimiento
Son varios los factores que pueden incidir en la obstaculización del proceso digestivo, por lo cual se recomienda fortalecer los diversos elementos que pueden estar causando el problema.
Una de las cuestiones básicas que necesitarás será aplicar un tratamiento de volumen, es decir, aportar más tamaño y consistencia a las heces, para lo cual resulta de gran utilidad la fibra, pues además permite retener líquidos y lubricar las paredes intestinales.
Para ello, será de gran importancia incorporar a tu dieta frutas como la manzana y la frambuesa, pero también vegetales como el brócoli, zanahorias, semillas de calabaza, además de coles rizadas o de Bruselas. Como puedes ver, las ensaladas son una gran alternativa.
Otro tipo de laxantes que ayudarán a aliviar el estreñimiento son los estimulantes, los cuales incentivan la actividad en el colon y el intestino delgado, aunque puede llegar a provocar cólicos, por lo que se recomienda consultar con tu médico en caso de que tu padecimiento sea crónico.
Un ejemplo de este tipo de laxante es el aceite de ricino, y aunque muchos lo recomiendan aplicar de forma externa a través de compresas ligeramente calientes en la zona lumbar, también se puede usar como aceite de cocina, aunque teniendo cuidado de no superar las dosis recomendadas para su ingesta.
Para acelerar aún más el proceso, también puedes incluir en tu dieta laxantes salinos, los cuales permiten ablandar las heces por su capacidad de drenar el agua. En este sentido puedes añadir a tu dieta el magnesio; por ejemplo a través de leche de magnesia (Mg(OH)2), alguna suspensión oral de citrato de magnesio (C6H6MgO7) o tomar al día un vaso de agua con una cucharadita (15-25 gramos) de sales de sulfato de magnesio (MgSO4).
Finalmente, no te olvides que es mejor no depender de cápsulas laxantes y buscar a través de tu dieta generar un alivio natural, aunque claro que también será importante hacer ejercicio de forma cotidiana y mantener hábitos saludables.