Actualmente se libra un debate importante sobre la tendencia a consumir alimentos de origen orgánico y desplazar los viejos hábitos alimenticios, en un intento por mejorar nuestra salud y la calidad de vida. Uno de los productos sujetos a debate ha sido la leche, con estudios que demuestran diferencias notables entre la leche ecológica de la leche convencional.
Por ejemplo, la más reciente revisión de diferentes estudios donde se compara la composición de la leche ecológica y aquella de producción convencional que ha sido publicada por la revista especializada British Journal of Nutrition, favorece bastante a los productores ecológicos en cuanto a su composición y valor nutricional.
En el caso concreto de la leche ecológica de la marca Asana BIO, procedente de vacas criadas en granjas ecológicas, cuya alimentación se basa íntegramente en pastos y agua de los Alpes, tiene garantía de un valor nutricional superior a la media, garantizando las propiedades que el organismo humano necesita.
Leche orgánica Vs leche convencional: ¿Cuáles son las diferencias?
Los primero a considerar es el concepto de leche orgánica, que se refiere a la leche que proviene de reses que no reciben un tratamiento artificial, ni alimentos industrializados, ni criadas en condiciones de confinamiento, sino que en su lugar se alimentan directamente del pasto obtenido en el campo, que también ha sido cuidado sin tratamiento químico.
Por este motivo, la leche producida no tiene rastro alguno de herbicidas, pesticidas, fertilizantes, hormonas ni antibióticos, asegurando la conservación de los nutrientes. Al comparar la leche convencional con la leche bio de marcas como Asana BIO, encontramos niveles superiores de Vitaminas A, B, D y E, betacaroteno, antioxidantes y ácidos grasos esenciales Omega 3.
El sabor entre una y otra es bastante diferente. Usualmente, muchas marcas enriquecen la leche y los derivados lácteos con el objetivo de compensar la baja concentración de nutrientes de este alimento, lo cual pueden disfrazar con el uso de azúcar o saborizantes. Esto tiene como consecuencia que el sabor entre ambas sea distinto, siendo la leche orgánica de sabor neutro.
La generación de conciencia medioambiental es otro de los puntos clave a favor de los productos orgánicos, en especial de la leche Asana BIO. Los productos ecológicos se producen bajo protocolos diferentes a los de la ganadería intensiva, afectando mucho menos al medio ambiente, sin embargo, esto presenta la dificultad de enfrentarse a costes de producción muy superiores.
Además, la leche y los derivados lácteos de origen orgánico poseen niveles más bajos de aflatoxina M1, una clase de toxina producida por hongos. Esta y otras toxinas son eliminadas por medio de procesos de descontaminación química en todas las fases del proceso productivo, desde el campo hasta que la leche llega a las fábricas para ser envasada y posteriormente consumida.
Dada la baja concentración de aflatoxinas, el proceso de preservación es más sencillo y se vuelve innecesario el uso de químicos potencialmente contaminantes cerca de las áreas de trabajo, manteniendo la calidad del alimento en todo momento.