La dislexia es una alteración del lenguaje que ha existido entre los humanos desde su propio origen, pero no por ello las personas que la padecen han dejado de estar estigmatizadas de alguna manera. Ya sea en niños en el propio colegio por las burlas de sus compañeros o cuando de adultos se intenta leer y escribir con normalidad en el empleo para que nadie detecte que se padece dislexia.
Lo cierto es que es necesario derribar esta estigmatización y asumir que la dislexia no tiene en absoluto nada que ver ni con la inteligencia ni con las capacidades cognitivas de la persona. Las personas con dislexia tan solo tienen una cierta incapacidad en el aprendizaje de la ortografía, la escritura o la lectura porque su cerebro tiene dificultades para procesar aquello que ven sus ojos.
Contenidos
Un problema que afecta a la autoestima de los disléxicos
La dislexia no es por tanto un problema de inteligencia ni los disléxicos son «torpes» leyendo, pero lo cierto es que es una alteración que afecta al autoestima de quien la padece. Especialmente durante la etapa educativa son muchos los estudiantes con dislexia que muestran bajos niveles de autoestima, baja confianza en sus capacidades o creen que nunca alcanzarán sus metas profesionales o en la vida.
Gran parte de la responsabilidad de esta situación la tiene un sistema educativo que no cuenta con planes de acción o refuerzo para personas con dislexia y que incluso puede llegar a clasificar a niños disléxicos como niños con pocas ganas de aprender o más lentos que sus compañeros. Para ello es necesario tomar conciencia sobre la detección de la dislexia y sobre la creación de planes de actuación específico para estos menores.
Es por ello que el apoyo a nivel educativo es fundamental para evitar que los disléxicos tengan problemas de autoestima o se sientan diferentes, inadecuados o cohibidos durante su etapa de aprendizaje. Hay que destacar que los disléxicos suelen tener una inteligencia igual o incluso superior a la media y que con el uso de técnicas de aprendizaje especiales y con el entrenamiento preciso para ellos, los niños pueden llegar a superar sus dificultades.
Personajes célebres que eran disléxicos
Para rebatir a quienes piensan que la dislexia está relacionada con una menor inteligencia nada mejor que citar algunos de los nombres de grandes personajes de la historia que eran disléxicos. Y es que los disléxicos suelen tener carreras profesionales más impresionantes que el resto de la población cuando logran superar su baja autoestima y se creen capaces de conseguir lo que quieran.
Entre estos casos de famosos con dislexia destaca el del científico Albert Einstein, una mente brillante que sin embargo no aprendió a leer hasta los 7 años de edad a causa de su dislexia. El sistema educativo tradicional de la época no ofrecía respuestas a casos como el suyo y simplemente era considerado alguien vago y perezoso por sus profesores, por lo que ni durante la secundaria ni en la universidad gozaba de buenas calificaciones. Pero nada se puso en su camino para convertirse en uno de los matemáticos más reconocidos de la historia.
También es muy llamativo el caso de la novelista británica conocida en todo el mundo Agatha Christie. La dislexia que experimentó en su infancia la llevó a ser considerada la más «lenta» de su familia y en la edad adulta confesó que nunca se le dio bien deletrear y escribir. A pesar de ello es la novelista más vendida de todos los tiempos y en su haber cuenta con más de 4.000 millones de libros vendidos entre sus 66 novelas policíacas y sus 14 colecciones de cuentos.
Otros casos de famosos con dislexia que todos conocemos son Isaac Newton, Harrison Ford, Walt Disney, George Washington, Leonardo da Vinci o el pintor español Pablo Picasso, al que la dislexia acompañó durante toda su vida. Así que como se puede apreciar, algunos de los genios más grandes que el mundo ha dado en sus respectivos sectores profesionales eran personas disléxicas.Por suerte a día de hoy la situación de los disléxicos mejora año tras año y la existencia de terapias cada vez más avanzadas está contribuyendo a mejorar la etapa educativa de los niños disléxicos en buena parte del mundo.