El Alzheimer es un trastorno neurológico que ocasiona problemas de comportamiento, pensamiento y memoria. A pesar de ser un tipo de demencia, la principal diferencia entre el Alzheimer y la demencia senil es que las alteraciones cerebrales provocadas por esta enfermedad pueden degenerar hasta conducir a la muerte, algo que no ocurre con la demencia senil.
Las causas exactas de este padecimiento aún no se entienden por completo. Sin embargo, para los especialistas ya está claro que, durante el desarrollo de la enfermedad, las proteínas no funcionan como lo harían normalmente, ocasionando una interrupción en el trabajo de las neuronas, lo que provoca que estas pierdan la conexión entre sí, se dañen y mueran.
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Causas del Alzheimer
Según las investigaciones, en la mayor parte de los casos la enfermedad se desarrolla a consecuencia de una combinación de factores genéticos y estilo de vida que terminan afectando al cerebro a lo largo del tiempo. Menos de 1% de las personas llegan a desarrollar la enfermedad por cambios genéticos específicos y en casos muy raros se puede presentar en la juventud.
El daño empieza en el área del cerebro relacionada con la memoria, años antes de que se manifiesten los primeros síntomas. En un intento por comprender las causas de la enfermedad, los investigadores se han concentrado en el papel de dos tipos de proteínas: placas, que parecen tener un efecto tóxico en las neuronas y ovillos, relacionadas con el transporte de nutrientes.
Diagnóstico y tratamiento del Alzheimer
Una parte importante del diagnóstico de la enfermedad se basa en la explicación de los síntomas por parte de familiares o amigos cercanos que conozcan de primera mano la forma en que ha afectado su vida cotidiana. Lo siguiente será un conjunto de pruebas para evaluar la memoria, las habilidades mentales y pruebas de laboratorio para descartar otras posibles causas.
Un diagnóstico por imagen del cerebro para detectar anomalías visibles y análisis neuropsicológicos son parte del protocolo habitual. No obstante, el diagnóstico definitivo solo es posible tras la muerte, cuando un examen microscópico del cerebro muestra las placas y ovillos característicos entre personas con Alzheimer.
En cuanto a las alternativas de tratamiento, actualmente solo existen medicamentos con la capacidad de aliviar parcial y temporalmente algunos de los síntomas, pero no tienen la capacidad de retrasar la evolución de la enfermedad. Se utilizan inhibidores de colinesterasa y memantina para mejorar la comunicación neuronal y preservar neurotransmisores.
Actualmente, la Agencia Europea del Medicamento (EMA) se encuentra en proceso de decidir si autoriza el uso de un nuevo medicamento denominado aducanumab, primer tratamiento enfocado en la posible causa del Alzheimer, siendo un cambio radical en la forma de manejar la enfermedad que se viene enfocando en la contención de los síntomas.
Se trata de un anticuerpo monoclonal que elimina beta amiloides del cerebro, una de las proteínas que se ha considerado causante del Alzheimer. La FDA estadounidense ha autorizado su uso, pero su aprobación aún se encuentra sujeta a fuerte polémica por su coste y la falta de evidencia clínica sobre la causa real de la enfermedad.