Según Carmen Moral, que ejerce como médico podologo en Zaragoza desde hace más de tres décadas, la fascitis plantar es una afección que tiene una significativa prevalencia en los deportistas de alto nivel y en aquellos aficionados que practican con asiduidad ciertas disciplinas deportivas. Así que, vamos a repasar en qué consiste este trastorno del pie y cuáles son las principales alternativas de tratamiento.
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Fascitis plantar: una afección dolorosa e incapacitante
La fascitis plantar es la inflamación o degeneración de la fascia plantar. ¿Y qué es la fascia plantar? Pues el tejido conjuntivo que une el hueso calcáneo con los dedos del pie.
Causas
La tensión excesiva y continuada en la fascia pueden provocar estiramientos y desgarros en la misma, con la consiguiente inflamación. También pueden intervenir factores de carácter degenerativo natural.
Si se juntan ambas circunstancias, aumenta la probabilidad de que se desarrolle esta afección del pie. Es por eso que la fascitis plantar en deportistas es bastante habitual, aunque también se presenta, en menor medida, en personas de hábitos absolutamente sedentarios.
Síntomas
El síntoma característico es un dolor intenso y punzante en la parte de la planta del pie que está más cerca del talón.
El dolor se manifiesta principalmente al caminar y, especialmente, al dar los primeros pasos tras una situación de inactividad. Por ejemplo, al salir de la cama por las mañanas, tras permanecer de pie durante un tiempo prolongado o al levantarse de una silla. El dolor puede ser muy intenso e incluso impedir al afectado caminar con normalidad.
Factores de riesgo
Estos son los factores que aumentan la probabilidad de que aparezca una fascitis plantar:
- La práctica de deportes, disciplinas y trabajos que implican la sobrecarga del pie. Por ejemplo, la carrera, el ballet, la danza o realizar un trabajo que conlleva pasar gran parte del tiempo de pie.
- Patologías concretas del pie: por ejemplo, los pies planos, el arco alto o una mala pisada.
- La obesidad: el peso corporal excesivo supone una sobrecarga continuada en las plantas de los pies.
- La edad.
Opciones de tratamiento
El abanico de opciones terapéuticas incluye:
- Fisioterapia: existen ejercicios específicamente diseñados para fortalecer la musculatura de la zona y reducir las tensiones en la fascia plantar. Estos ejercicios pueden ser dirigidos mecánicamente por el fisioterapeuta o efectuados individualmente bajo su supervisión.
- Tratamiento podológico: el médico podólogo está capacitado para diagnosticar y tratar los trastornos del pie que pueden influir en la aparición de una fascitis plantar.
- Prótesis y órtesis: estas pueden ser de uso diurno o nocturno.
- Antiinflamatorios y analgésicos: estos medicamentos ayudan a mitigar las molestias y el dolor.
¿Es la cirugía una opción aconsejable?
La cirugía es una opción que conlleva cierto riesgo de que el resultado no sea totalmente satisfactorio, por lo que solo se valora cuando los tratamientos conservadores no logran impedir que el dolor afecte significativamente a la calidad de vida del paciente
En cualquier caso, la decisión acerca de la conveniencia de un tratamiento correctivo quirúrgico ha de ser tomada por el especialista, tras una valoración minuciosa de la gravedad de la lesión y de las características particulares de cada paciente.