La obesidad infantil es un problema que afecta a una media de 41 millones de niños y adolescentes de todo el planeta. Según los estándares para medir la obesidad que han sido establecidos por la OMS (Organización Mundial de la Salud) se estima que en España, al menos un 40,6% de los niños en edad escolar tienen exceso de peso.
Recordemos que la obesidad infantil resulta un factor de riesgo para el desarrollo de enfermedades como la diabetes, hipertensión, colesterol elevado, baja autoestima y depresión. De ahí que se considere importante el incentivo del deporte y, en general, de todas las actividades físicas que garanticen un mejor estado de salud y calidad de vida de nuestros jóvenes.
El deporte es una de las estrategias más adecuadas para reducir la tasa de obesidad infantil de nuestro país. Tanto en el colegio como en los hogares, es necesario incentivar el deporte adquiriendo material deportivo que permita desarrollar habilidades y destrezas que contribuyan a la mejora de la salud y estado físico de los niños en edad escolar.
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Importancia de fomentar la actividad física en los colegios
La educación física es considerada un área obligatoria en la formación de niños y jóvenes. Se trata de una disciplina integral que beneficia al ser humano cuando se implementa a edad temprana, ya que permite que el niño pueda desarrollar destrezas motrices, cognitivas y afectivas que le acompañarán a lo largo de su vida.
Sin embargo, el entrenamiento infantil no depende únicamente del deporte o las disciplinas deportivas más tradicionales y conocidas como el fútbol, el baloncesto, el atletismo, gimnasia o natación. También es posible aprovechar cualquier actividad lúdica que favorezca el movimiento aeróbico, como el baile o las caminatas.
A través de la actividad física, el niño puede expresar su creatividad y espontaneidad, permitiéndole desarrollar nuevas habilidades e incluso conocer sus propias limitaciones. Además, siendo usualmente una actividad grupal, favorece la interacción, enseña sobre el respeto y permite que los niños aprendan a valorarse a sí mismos.
La actividad física fomenta una vida más saludable en los niños
Gracias a la actividad física, es posible que los niños y jóvenes aprendan a llevar una vida más saludable. Desde temprana edad, los jóvenes comienzan a valorar su propio cuerpo, se interesan por el cuidado del mismo y aprovechan los beneficios que se desprenden del deporte, favoreciendo un estado de bienestar general.
Con respecto a la obesidad, la actividad física se convierte en una herramienta fundamental para evitar el incremento excesivo del peso, permitiendo que los niños y jóvenes aprendan a desarrollar un estilo de vida más saludable. Por esta razón, se considera el deporte como el tratamiento principal de la obesidad infantil.
La recomendación general es que los niños hasta los ocho años se mantengan activos físicamente esencialmente a través del juego. A partir de esa edad, es conveniente que se inicien en la práctica de alguna actividad deportiva de su interés que les permita compartir tiempo de calidad con sus padres y hacer nuevos amigos en el proceso.