Actualmente, está muy presente en las noticias la enfermedad de la listeriosis. Bien es sabido que el brote, en este caso, está en la fábrica manipuladora, pero la bacteria puede surgir también en nuestros domicilios o en las instalaciones del trabajo.
El problema se encuentra en los alimentos que han sido contaminados por la bacteria Listeria monocytogenes, presente en animales salvajes y domésticos, así como en el agua y en los suelos.
Por este motivo, toda prevención es poca. Es muy importante llevar una higiene adecuada: lavarse siempre las manos cuando se haya estado en contacto con animales y cocer los alimentos a temperaturas superiores a 70º C.
Para conseguir evitar contagios en unas instalaciones, aparte de las prevenciones que deben tomar las personas que ocupan las diferentes estancias, las empresas de limpieza deben garantizar y desempeñar una limpieza correcta en todo momento. Por ejemplo, aunque hablemos de unas oficinas, donde la mayor parte está ocupada por mobiliario, como mesas, sillas, armarios, etc., cuyas superficies pueden ser manipuladas por diversas personas, la limpieza debería hacerse con productos desinfectantes específicos y que no dañen los materiales.
Cuando se trata de cocinas de colegios, restaurantes, residencias, etc., el procedimiento deberá garantizar la eliminación de cualquier bacteria en todas las superficies. Lo que la empresa de limpieza no podrá evitar, es la forma de cocción y manipulación de los alimentos en dicho sector.
Otra cuestión es también la higiene en los vehículos que transportan los alimentos. En estos casos, se deberían transportar los alimentos en cajas específicas y cerradas para evitar al máximo que la superficie del vehículo se contagie. Lo mismo pasa con las neveras, donde es mejor alojar los alimentos en contenedores específicos para evitar contagiar la superficie de la misma.
Uno de los focos más importantes, está en el suelo de las instalaciones. Es muy importante tener siempre el pavimento limpio y desinfectado, para evitar la contaminación de otras estancias. Por ejemplo, el suelo de una cocina doméstica, debería ser fregado cada vez que se termina de estar en dicha zona y en una cocina industrial se debería ir limpiando constantemente. Los utensilios, herramientas y vajilla, se deben lavar a temperaturas muy elevadas y se debe utilizar siempre lavavajillas.
Otro problema se presenta en la calle, sobre todo en las ciudades, donde es muy fácil que nos encontremos con pavimentos muy sucios con presencia de orines y excrementos de animales. En estos casos, los días que no llueve no solo hay mal olor, sino que las calles se convierten también en un foco de infección importante, ya que las personas vamos pisando el suelo de la calle lleno de bacterias y las llevamos a nuestras casas y puestos de trabajo donde, dependiendo de la higiene, pueden multiplicarse o desaparecer. Por este motivo, en muchos países, es costumbre quitarse el calzado antes de entrar en una casa.
La higiene es una señal de civilización, por eso es necesario insistir en la necesidad de invertir tiempo y dinero en contratar a profesionales que nos garanticen una buena higiene en nuestras instalaciones para poder seguir disfrutando de una buena salud.