La cocina es una de las estancias de la casa donde pasamos más tiempo. Pero es también la que más desgaste sufre por las humedades y las altas temperaturas. Un lavado de cara de vez en cuando es casi obligatorio. Si sólo el hecho de pensar en obras os produce escalofríos, el primer paso es encontrar empresas de reformas. Nos quitaremos de encima muchos quebraderos de cabeza.
Es importante planificar cada detalle antes de acometer cualquier reforma. Saber qué queremos cambiar, qué materiales utilizaremos, qué presupuesto tenemos y el estilo decorativo que queremos darle es fundamental. Visualiza el look de tu cocina y déjate asesorar por profesionales.
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Práctica y funcional
La cocina ha de ser ante todo práctica y funcional. Según nuestras necesidades optaremos por cambiar suelos, paredes, techo o los propios muebles.
Suelos
Hay opciones para todos los gustos y bolsillos. Los más demandados son los siguientes:
Madera. Los suelos de madera dan un toque moderno y vanguardista a la cocina. Son ideales para las cocinas integradas en el salón.
Cerámica. El gres porcelánico es el más utilizado. Son fáciles de limpiar y muy resistentes
Laminados. Se instalan fácilmente y no es necesario quitar el pavimento antiguo.
Cemento. También se puede colocar sobre el suelo que tengamos, pero ha de hacerlo un profesional. Es un suelo muy limpio.
Baldosas hidráulicas. Su mayor ventaja es la resistencia, pero al ser un material poroso necesita impermeabilizarse cada cierto tiempo.
Vinilo. Se trata de un producto sintético, económico y fácil de limpiar. La única pega es que con el tiempo puede levantarse.
Paredes
Atrás quedaron los azulejos. Atrévete con otras técnicas modernas como la pintura de pizarra, los vinilos o incluso empapelar la cocina con un papel resistente a la humedad. Puedes alicatar hasta la mitad y pintar el resto. La zona del cocinado es muy sucia. Por eso una alternativa que te damos es panelar o revestir esa zona con silestone o con vidrio templado. ¡Así será más fácil de limpiar!
Encimera
Es quizá uno de las partes más caras de la cocina. Pero en el mercado existen una infinidad de materiales y calidades distintas: mármol, silestone, laminados,….busca el que más se ajuste a tu bolsillo.
Muebles
Una vez hecha la obra llega la hora de amueblar nuestra cocina. Tenemos muchas alternativas. Desde mantener los muebles antiguos porque se conservan en buen estado a cambiarlos completamente. Si eliges la primera opción, puedes darle un toque diferente pintando las puertas y cajones o colocar vinilo. Si además sustituyes los tiradores, tus muebles parecerán otros.
Lo mismo ocurre con los electrodomésticos. Cambiarlos o dejarlos está en tus manos. Una buena alternativa es panearlos para que se integren en la cocina. Así el frigorífico, lavavajillas, lavadora o el horno quedarán escondidos
Un toque de luz
En la cocina es importante tanto la iluminación general de la estancia como la de las zonas de trabajo. Así se puede usar plafones, tubos fluorescentes o de LED, y lo más novedoso, los paneles LED. Se pueden colocar bajo los muebles con regletas o incluso dentro de los propios cajones y armarios que se iluminan al abrirlos.
Gastos fijos
Si la obra es grande tendrás que hacer frente a una serie de gastos mínimos como la electricidad, la albañilería o la fontanería. No olvides dentro de tu presupuesto calcular los gastos fijos de la demolición de azulejos, baldosas, montaje de muebles y el contenedor de escombros, así como el transporte hasta el vertedero correspondiente y sus tasas.
¡Ya no hay excusas! Acude a profesionales y pide presupuestos. Seguro que encontrarás lo que buscas. ¡Presume de cocina!