Consumir la cantidad necesaria de Omega 3 es vital para el correcto funcionamiento de nuestro organismo. Con la alimentación diaria se ingieren los nutrientes que el organismo necesita para funcionar de forma óptima.
Sin embargo, en ocasiones no se consume la combinación de alimentos correcta y determinados elementos como los ácidos grasos Omega 3 comienzan a descender de nivel. Es entonces cuando se vuelve necesaria la suplementación para sustituir lo que no se logra con la dieta.
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¿Cómo elegir el suplemento de Omega 3 adecuado?
En este punto, es necesario saber que no todos los suplementos alimenticios son iguales. Cuando se busca fortalecer las deficiencias de nutrientes causada por una alimentación inadecuada o incompleta, es necesario elegir aquellos suplementos que cumplan con ciertas características en cuanto a calidad y seguridad, siendo esta la única forma en que puedan resultar beneficiosos para la salud.
La primera recomendación es fijarse con detenimiento en la etiqueta de cada producto y verificar que el envase cumpla con los parámetros mínimos de calidad. Debes revisar la cantidad de Omega 3 (EPA y DHA) disponible en cada cápsula. Es un dato que debe especificarse siempre; y un producto que no tiene esa información, es mejor no adquirirlo.
También es necesario que analices con detenimiento la concentración del producto, ya que se venden suplementos de Omega 3 de diferentes concentraciones: baja y alta, dependiendo del tratamiento que reciba el aceite de pescado utilizado para su fabricación.
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Importancia de consumir un Omega 3 de calidad
En el mercado de suplementos alimenticios, nos encontramos con una amplia variedad de opciones, marcas y formatos.
Sin embargo, no todas resultan adecuadas, aunque todas ofrecen lo mismo y sean iguales a primera vista. Ya te hemos dado algunos criterios que te ayudarán a elegir el suplemento Omega 3 adecuado y ahora conocerás un poco más sobre las razones por las que es importante consumir solo productos de calidad.
- Resultados comprobados. En primer lugar, un suplemento de calidad cumplirá con sus objetivos nutricionales mucho más rápido que una versión de baja concentración y calidad cuestionable. Un suplemento de baja calidad, en el mejor de los casos puede simplemente no funcionar como debería, pero en el peor escenario puede resultar problemático al incluir en su composición química, elementos inadecuados.
- Seguridad. Algunas marcas no poseen los permisos de seguridad y salubridad necesarios para la comercialización de sus suplementos. Es preciso que el producto cuente con los permisos sanitarios correspondientes y, preferiblemente, que tenga el certificado IFOS. De este modo se evita cualquier riesgo potencial para la salud.
- Ahorro. Puede que inicialmente consideremos adquirir un suplemento de bajo precio, pero al mirar los mg en su composición, notamos que la concentración es de 500mg por cápsula, mientras que un producto de calidad y precio superior tiene un presentación de 1000mg, que implica tomar menos cápsulas para completar la dosis diaria adecuada. Por eso el precio no siempre el factor por el que debemos decidirnos.