Somos conscientes del miedo que nos genera iniciar unas obras para reformar nuestra vivienda. Solemos tener muy presente aquello que nos dicen de que sabemos cuándo empieza, pero no cuándo terminan. Tememos vivir en una zona de guerra, con obreros pasando carretilla en mano mientras salimos de la ducha y que, al final, los resultados no sean los que deseamos.
Pero esto no tiene por qué ser así, solo debemos organizarnos bien y formar parte activa de la reforma, no en vano se va a hacer a nuestro gusto y criterio, siguiendo los pasos que determinemos. Debemos, por tanto, estar presentes e intentar hacer equipo, dejando siempre sitio para que los profesionales hagan su trabajo, pero dejando claro que quien manda y quien tiene la última palabra somos nosotros. De este modo, no nos sentiremos invadidos y la empresa de reformas integrales que contratemos sabrá a qué atenerse.
A la hora de elegir al equipo profesional que ofrezca las mejores garantías para la reforma integral de un piso o de una casa, debemos recurrir a la opinión de aquellas personas que ya hayan pasado por este trance, la opinión de los clientes es el mejor aval con las que estas empresas pueden contar. En el caso de reformas integrales en Barcelona, Aram Spais Interiors son los que más comentarios positivos reciben, por lo tanto, una de las más fiables dentro de la Ciudad Condal.
Contratando a esta empresa o a otra similar, que ofrezca las mismas garantías, todo irá sobre ruedas, no habrá que preocuparse de nada, pues se encargarán de absolutamente todo, desde mantenerlo siempre todo limpio y en orden hasta tramitar y sacar todos los permisos necesarios.
Y es que el mercado inmobiliario de Barcelona se mueve, parece que se reactiva con bastante fuerza la compra – venta e incluso el alquiler de inmuebles, por lo que para tener mejores opciones y aumentar los precios, la reforma es la mejor baza a jugar por los propietarios. Pero esta no es la única ventaja de realizar una reforma integral, no solo como una inversión es útil y provechosa la reforma. Veamos a continuación otros motivos por lo que cada vez más gente se atreve a cambiar el aspecto de su hogar.
Beneficios de las reformas integrales
Sin contar con la idea de inversión para vender o alquilar, que ya hemos mencionado, y que pueden revalorizar la vivienda hasta en un 50 % en la mayoría de los casos, lo que se pretende con una reforma integral de nuestro hogar es ganar espacio o tener la sensación de que nuestras habitaciones son más amplias. La eliminación de tabiques con el objetivo de optimizar los espacios y aumentar la funcionalidad de estos es, posiblemente, el primero de los beneficios que se buscan.
Por otra parte, realizar una reforma integral en lugar de varias pequeñas resulta mucho más ventajoso, tanto por el ahorro que se consigue en materiales como en mano de obra y, sobre todo, en tiempo, puesto que lo haces todo de una vez y te olvidas.
El ahorro económico que se consigue con una obra grande es importante, puesto que las empresas ofrecen precios más rebajados en su conjunto cuando se trata de un trabajo más completo, pues una misma empresa te realizará hasta las terminaciones, evitando contratar otras distintas y más pequeñas que al final resultarán ser más caras.
Si, como decimos, participamos activamente en la reforma integral que vamos a acometer en nuestra vivienda, formando parte del equipo profesional que actúe sobre ella, trabajando como el que más, pero sin interferir ni molestar, preguntando y haciendo que cada decisión final pase por nosotros, conseguiremos la enorme satisfacción de haber construido con nuestro sudor y nuestras ideas el espacio perfecto para vivir.
Si permanecemos “al pie del cañón” iremos descubriendo, detectando y modificando según las necesidades reales que tenemos, atendiendo al detalle y avisando y guiando a los profesionales para que le den forma a las ideas que nos vayan surgiendo para mejorar la futura habitabilidad del lugar.
Y es que, de esta forma, nos aseguraremos de que todas las mejoras que se realicen sobre el inmueble consigan realmente implementar nuestra calidad de vida, pensando a largo plazo y previendo la llegada de nuevos componentes familiares (hijos o padres), los posibles cambios en los gustos estéticos o como medida disuasoria de comprar otra vivienda si el barrio nos gusta…