También conocidos como glóbulos blancos son junto a los glóbulos rojos y las plaquetas, un elemento muy importante de la sangre. Los leucocitos son las células encargadas de defender nuestro cuerpo de los ataques causados por agentes imprevistos que entran en nuestro organismo como los virus, parásitos, hongos o bacterias. Cuando un agente patógeno afecta nuestro organismo, los leucocitos se activan y se mueven hacia esa zona del cuerpo donde se encuentra el problema para defendernos destruyendo o disminuyendo la potencia del virus.
Tener los niveles de leucocitos adecuados en la sangre es también un indicador que no estamos desarrollando internamente alguna enfermedad. Aunque solemos llamarles a los leucocitos generalmente glóbulos blancos, lo cierto es que existen 5 tipos de leucocitos y cada uno cumple una función específica en la defensa del organismo.
Contenidos
Cuál es la función de los leucocitos
Los leucocitos tienen como función principal defendernos de los ataques causados por agentes como los hongos, los parásitos, las bacterias o los virus. Son como una especie de escudo protector ante los cuerpos extraños. Entre sus funciones tenemos:
- Se encargan de producir anticuerpos para protegernos de infecciones o bacterias.
- Atacan a los microorganismos.
- Alertarnos cuando tenemos alguna infección de origen interno como inflamaciones o alergias.
- Los leucocitos tienen la propiedad de traspasar las paredes del torrente sanguíneo y se localizan en el tejido de órganos muy importantes como el hígado, los riñones y el sistema linfático para protegerlos de contraer enfermedades o infecciones.
- Cuando se ubican sobre el tejido de algunos órganos, tienen la capacidad de remover restos de células muertas.
- La alteración de los valores normales, es indicador de alguna infección o dolencia y nos alerta que algo no está bien en nuestro cuerpo.
- Tienen la capacidad de distinguir las células corporales benignas de otras células malignas que puedan ingresar o desarrollarse dentro del organismo.
- Algunos tipos de leucocitos se alimentan de células extrañas para evitar el desarrollo de infecciones.
Producción de los glóbulos blancos
Los leucocitos o glóbulos blancos provienen de células madres que se encuentran en la médula ósea y en el tejido linfático. Cuando nacen no están aún desarrollados y no se puede distinguir entre cualquiera de los 5 tipos, sino que es después cuando se dirigen hacia el torrente sanguíneo y otros órganos que completan su desarrollo. Diariamente se producen alrededor de 100.000 millones de leucocitos al día. El tiempo de vida de los leucocitos depende del estado de salud de la persona, hay algunos que duran pocas horas de vida y otros pueden durar un tiempo más prolongado (meses, años).
Cuáles son las clases de glóbulos blancos
Los glóbulos blancos o leucocitos se clasifican en dos grupos de acuerdo a las características físicas y funciones que cumplen. Juntos o separadamente están hechos para atacar los cuerpos extraños. Cada uno tiene una tarea específica y saben cuándo activarse dependiendo de la naturaleza y el origen de la infección. Los leucocitos se clasifican en:
Granulocitos. Su estructura está compuesta por unos gránulos en el tejido celular. Estos gránulos se liberan cuando perciben una amenaza en el cuerpo como una infección. El grupo lo conforman tres tipos de leucocitos: los eosinófilos, basófilos y neutrófilos. Su función es ayudar al sistema inmunológico y actúan ante una amenaza de hongos y bacterias.
Eosinófilos. Este tipo de leucocito es el encargado de atacar y destruir las infecciones que se dan por parásitos o actúan sobre las células inflamadas ante un cuadro de rinitis o asma. Las infecciones urticarias por parásitos en la piel (como la escabiosis), hacen que los eosinófilos actúen rápidamente sobre la infección. Representan entre el 1 y el 4 % del total de los Leucocitos en una muestra de un microlitro de sangre. Si la cantidad de eosinófilos aumenta por encima de los valores normales (Eosinofilia) o disminuye considerablemente (Eosionopenia) puede ser peligroso ya que estaríamos indefensos ante el desarrollo de parásitos en nuestro cuerpo y se podrían causar daños severos a nuestro sistema linfático. El tiempo de vida de los eosinófilos es de 4 a 5 días.
Basófilos. Representan menos del 2 % del total de los leucocitos en una muestra de sangre. Este tipo de leucocito posee en su estructura una serie de gránulos grandes que se liberan en situaciones muy puntuales, por ejemplo, cuando estamos padeciendo algún cuadro alérgico. Son muy raros los trastornos con los basófilos, pero un aumento por encima de 300 (Basofilia) en los niveles de estos leucocitos o su descenso (Basopenia) en una muestra por microlitro de sangre, nos indicará la gravedad del cuadro alérgico que estemos atravesando.
Neutrófilos. Son los leucocitos encargados de destruir muchas infecciones causadas por hongos o bacterias. En un microlitro de sangre son los más abundantes llegando a representar un 60 % del total de glóbulos blancos. Cuando nuestro cuerpo está ante un agente infeccioso los neutrófilos son los primeros en atacar la infiltración. Su función va más allá ya que tienen la propiedad de “fagocitar” o comerse a su enemigo sacrificando la vida del propio leucocito. En una herida infectada son los que después de muertos podemos ver cuando se forma el pus. Son los que con mayor efectividad destruyen las bacterias que entran en nuestro cuerpo. El tiempo de vida de este tipo de leucocito es muy corto (horas o días) pero es el que más se produce.
Agranulocitos. Estos tipos de leucocitos se caracterizan porque su estructura celular carece de gránulos y son los encargados de reforzar las defensas del organismo. Existen dos tipos: los linfocitos y monocitos.
Linfocitos. Son uno de los leucocitos más abundantes y representan el 40 % del total. Se encuentran comúnmente ubicados en los tejidos de algunos órganos más que en el torrente sanguíneo. Por ser muy abundantes tienen la capacidad de producir las proteínas necesarias para dar respuesta inmediata a las infecciones causadas por virus o bacterias. Están constituidos por tres tipos de células: los linfocitos B y T que protegen los daños que puedan causar las bacterias en ciertos órganos y las células Natural Killer que tienen la propiedad de distinguir las células infectadas de las sanas atacando al virus para debilitarlo o eliminarlo. Un nivel elevado de linfocitos se conoce como Linfocitosis por el contrario la Linfopedia son niveles muy bajos en la sangre.
Monocitos. Este tipo de leucocito tienen la propiedad de desplazarse por medio de seudópodos en su membrana celular desde el flujo sanguíneo hasta órganos del cuerpo como los pulmones, hígado y bazo; una vez allí actúan como una máquina limpiadora succionando los residuos de células muertas (función macrófaga que realizan en la etapa final de maduración) que generan los virus y bacterias. Son los más grandes en tamaño y representan el 10 % del total de leucocitos. La monocitosis es el aumento de los monocitos por encima de los niveles normales y la monocitopenia es una disminución en la cantidad de estos leucocitos. En ambos casos se debe consultar con un hematólogo ya que no es muy común la afección que puede estar presentándose en el cuerpo.
Leucocitos fijos
Los glóbulos blancos se producen en la médula ósea y de allí se dirigen al torrente sanguíneo, pero muchas de estas células tienen la capacidad de desplazarse o de migrar hacia los tejidos de algunos órganos del cuerpo como el hígado, los riñones, el bazo o los pulmones para fijar vida allí cumpliendo una función de limpieza sobre los restos de células muertas y a la vez protegiendo a los órganos de infecciones.
Valores normales de leucocitos
Por medio de una hematología completa podemos saber si nuestros glóbulos blancos o leucocitos están dentro de los valores normales. Los valores cambian según la edad y el sexo de una persona. Por ejemplo, para una persona adulta la cantidad de leucocitos está entre 4.000 y 11.000 por cada microlitro de sangre. En los niños la cantidad es mayor (entre 9.000 y 30.000 para un neonato) ya que se necesita mayor defensa contra las enfermedades y bacterias ambientales.
Valores por encima de 11.000 (leucocitosis) o por debajo de 4.000 (leucopenia) son indicadores que algo no está funcionando bien en el cuerpo y puede ser que estamos incubando alguna infección sin darnos cuenta. En cualquiera de los dos casos, se recomienda acudir a un médico especialista para buscar la causa del problema.
Valores de leucocitos altos
Cuando nuestros valores en leucocitos superan en número los 11.000 por microlitro de sangre, decimos que estamos frente a un cuadro de leucocitosis, es decir tenemos alto el número de glóbulos blancos por encima del rango normal. Tener los leucocitos altos no produce cambios en nuestro cuerpo que sean drásticos, pero en algunos casos cuando una enfermedad o infección se está desarrollando en nuestro cuerpo y no nos estamos dando cuenta de lo que es, entonces si podemos comenzar a presentar algunos síntomas.
Síntomas de tener los leucocitos altos
Los síntomas de tener los leucocitos o glóbulos blancos altos son:
- Escalofríos. Fiebre ondulante de 38,5º C.
- Mareos, sudoración excesiva, debilidad, fatiga, cansancio.
- Moretones en la piel.
- Baja de tensión (en ocasiones desmayo).
- Sensación de sueño todo el día.
- Disminución del apetito y pérdida de peso.
- Se duermen las extremidades (brazos y piernas).
- Problemas de la vista (visión borrosa).
- Respiración entrecortada.
Causas de tener los leucocitos altos
Tener un nivel alto de leucocitos se puede deber a muchas causas, entre las que más se diagnostican tenemos:
- Desarrollo de alguna infección por bacterias en nuestro cuerpo y por eso la médula está produciendo mayor cantidad de glóbulos blancos.
- Problemas de la médula ósea como la aparición de leucemia o algún otro tipo de tumor.
- Alergias que pueden estar desarrollándose en nuestro cuerpo y dejan indefenso al sistema inmunológico.
- Inflamación de las articulaciones.
- Reacción al consumo de algún tipo de medicamento.
- Tabaquismo.
- Ritmo de vida muy agitado (estrés).
- Enfermedades respiratorias como pulmonía, neumonía o tuberculosis.
Enfermedades asociadas a los leucocitos altos
La leucocitosis no debe ser considerada como una enfermedad, sino que es la consecuencia de un padecimiento o infección que se está desarrollando. Aunque se suele generalizar y llamar leucocitosis a un aumento de los glóbulos blancos por encima de los valores normales, existen 5 tipos de leucocitosis dependiendo del tipo de glóbulo blanco:
- Eosinofilia: aumento de los eosinófilos.
- Basofilia: aumento en la cantidad de basófilos.
- Neutrofilia: son niveles elevados de neutrófilos (los más comunes).
- Linfocitosis: aumento en la cantidad de linfocitos.
- Monocitosis: Son valores elevados de monocitos.
Las enfermedades asociadas a los leucocitos altos pueden ser tumores, leucemia, trastornos del sistema inmune, asma, alergias, tuberculosis y artritis.
Valores de leucocitos bajos
Tener un conteo bajo en los leucocitos (leucopenia) es también un indicador de alguna anomalía presente en el cuerpo o el aviso que algo está pasando.
Síntomas de tener los leucocitos bajos
Cuando se trata de infecciones o lesiones cutáneas como quemaduras puede que no presentemos síntomas en el descenso de los glóbulos blancos, pero si sus valores continúan disminuyendo sin ninguna razón o motivo a la vista empezamos a presentar síntomas más visibles como:
- Pérdida de apetito y de masa corporal.
- Mareos, sudoración, debilidad. Sensación de cansancio y sueño.
- Aparición de infecciones en la boca y en el estómago (estomatitis).
- Problemas con los pulmones que desencadenan el desarrollo de enfermedades como neumonía o bronquitis.
- Dolor, ardor o molestia al orinar que nos indican que hay un cuadro de bacterias o presencia de leucocitos en la orina.
- Dolor a nivel de los riñones (en el caso de una infección del tracto urinario)
- Anemia.
- Hemorragia excesiva durante la menstruación (menorragia).
- Cambios en el estado de humor.
- Inflamación de los ganglios.
Causas de tener los leucocitos bajos
Pueden ser muchas las causas de la disminución de los glóbulos blancos; entre las más importantes tenemos:
- El primer aviso puede ser que la médula ósea no está funcionando correctamente. Si la persona ha estado o está expuesta a un tratamiento de quimioterapia o radiación, es una posible causa de leucopenia.
- La leucemia indica disminución en el conteo de los glóbulos blancos.
- Algunos tipos de cánceres o tumores en la médula ósea.
- Enfermedades como el VIH producen un debilitamiento del sistema inmunológico destruyendo los linfocitos.
- Personas que padecen de lupus (una enfermedad autoinmune en donde las células sanas son atacadas produciendo disminución de los leucocitos a niveles que pueden ser muy peligrosos).
- Anomalías en el bazo (aumento de su tamaño).
- Enfermedades por agentes patógenos como la malaria o dengue.
- Falta de vitaminas y minerales.
- Algunos tipos de medicamentos.
Enfermedades asociadas a los leucocitos bajos
Tener los leucocitos bajos se conoce como leucopenia y existen 5 tipos de acuerdo con los leucocitos afectados en un conteo:
- Algunos tipos de medicamentos.
- Eosionopenia: Disminución en el conteo de eosinófilos.
- Basopenia: Nivel por debajo de lo normal de basófilos.
- Neutropenia: Baja cantidad de neutrófilos.
- Linfopenia: Nivel bajo en los linfocitos.
- Monocitopenia: Baja en la producción de monocitos.
Las enfermedades asociadas a la leucopenia pueden ser por problemas directamente de la médula ósea como tumores o algunos tipos de cáncer que están recibiendo tratamiento por radiación o quimioterapia. También las personas que sufren de lupus tienden a padecer de leucopenia y deben estar bajo control médico constante. Las infecciones que no son tratadas a tiempo generan disminución de los leucocitos ya que la médula debe producir en mayor cantidad para destruir las bacterias causantes de la infección. Las personas que padecen de VIH o SIDA sufren de leucopenia.
Qué son los leucocitos en la orina
La orina de una persona sana no debe tener leucocitos (negativo) pero si el resultado (positivo) después de una muestra indica su presencia en ella, entonces estamos frente a un cuadro de infección urinaria. Esto se refleja por la presencia de bacterias y nitritos en la muestra de orina. Los monocitos en orina son los leucocitos más frecuentes. Cuando la infección es muy grave puede extenderse hacia las vías urinarias y producir hasta inflamación de los riñones. Si este llega a ser su caso, acuda inmediatamente a un médico que él sabrá por medio de un urocultivo el antibiótico que necesita para eliminar la bacteria.
Conclusión
Para finalizar, es muy importante mantener los niveles adecuados de leucocitos en la sangre. Hacerse un examen hematológico temporalmente o cuando estamos enfermos nos llevará a prevenir cualquier enfermedad que podamos estar desarrollando.
Para niños en tratamiento de control de lupus, qué rangos bajos son los estables? Sabemos que deben mantenerlos bajos para que no se ataquen a sí mismos pero qué tan bajos es adecuado? En los mínimos de los rangos de laboratorio o por debajo del rango mínimo?
Muchas gracias, la información me ha ayudado mucho.
Muchas gracias por tan completa información
muy interesante, un articulo muy completo y fácil de entender.