El increíble cambio de pasar a llevar una rutina saludable

¿Quieres cambiar tu estilo de vida para volverlo más equilibrado y saludable pero no sabes por dónde empezar? Comienza por conocer todos los beneficios que puede aportarle a tu día a día un estilo de vida saludable para encontrar la motivación que necesitas y empezar ya a cambiar tu vida. Todos sabemos que la base de una vida sana se encuentra en la alimentación y en el ejercicio, por ello no podemos dejar de recomendar la dietética online casa pia, un herbolario en el que podrás encontrar todo lo necesario en productos y métodos naturales para ayudarte a disfrutar de una buena calidad de vida.

Antes de continuar, resulta necesario aclarar que una vida saludable no se centra únicamente en el físico, pues la persona que mantiene hábitos de vida saludables ha de sentir un bienestar general, físico, emocional y mental.

Beneficios que produce un estilo de vida equilibrado en la salud

Ayuda a controlar y mantener el peso adecuado

Mantener una masa muscular saludable es fundamental, y esto solo se consigue haciendo ejercicio y controlando la dieta, pero incluso aquellas personas a las que la genética les ha regalado una constitución física fácil de mantener, no deberían descuidar nunca la actividad física, pues aunque el peso sea ideal, el ejercicio físico aporta salud cardiovascular y rejuvenece el sistema inmunológico.

Hay muchas personas que por cuestiones de dinero, tiempo y/o dedicación dejan de lado la alimentación, cometiendo la terrible equivocación de ignorar que las consecuencias serán mucho más caras en el futuro. Se trata de una inversión en calidad de vida, y de un ahorro en medicación, hospitalizaciones y preocupaciones.

Mejora notablemente el estado anímico y la autoestima

Las famosas hormonas de la felicidad se reproducen cuando se realiza ejercicio físico, por ello, también se reduce la sensación de estrés y se mejoran las funciones cognitivas al mismo tiempo. Además, ni que decir tiene que cuando una persona se siente satisfecha con su aspecto físico y con su alimentación, también se sentirá más segura de sí misma.

Salud y bienestar

Previene enfermedades

«Somos lo que comemos», por lo tanto, mantener una dieta equilibrada nos ayudará a prevenir una gran cantidad de enfermedades, y lo contrario, no hará más que incrementar las posibilidades de padecerlas.

Incrementa la energía y las ganas de hacer cosas

Si analizamos las reacciones de nuestro cuerpo tras comer diferentes tipos de comidas, veremos como los resultados son muy diversos. Así pues, tras una comida pesada y poco saludable, se experimentará esa sensación tan característica de letargo, cansancio y falta de energía, en cambio, cuando la comida ha sido sana y la cantidad justa y adecuada, se percibirá una sensación de recarga de energía, perfecta para poder seguir el día trabajando o realizando más actividades.

Además, una cena abundante y pesada justo antes de ir a la cama, hará que sea mucho más difícil conciliar el sueño y que el descanso en definitiva no resulte nada reparador.

Fomenta la longevidad

Existen numerosos estudios que verifican que una persona que ha pasado una vida sedentaria y con malos hábitos alimenticios tiene muchas más posibilidades de fallecer prematuramente que una que haya cuidado tanto la alimentación como el ejercicio de forma constante.

Formas de cambiar la rutina para volverla más saludable

  • Encuentra tiempo para realizar actividades físicas. Todo lo que implique movimiento no va a hacer más que beneficiar al organismo, así que aprovecha cualquier oportunidad por pequeña que sea para moverte. Si no encuentras la forma de ir al gimnasio o de llevar a cabo alguna actividad programada, sustituye el uso del coche o del transporte público siempre que sea posible y camina. Opta siempre por la ruta más larga y sube por las escaleras en lugar del ascensor.
  • Elimina el refresco y las comidas procesadas de tu vida. Suprime directamente estos productos de tu lista de la compra puesto que no son más que un gran derroche de salud y de dinero. No contribuyen en lo más mínimo nutricionalmente.
  • Llévate la comida de casa al trabajo. Una vez más, es cuestión de salud y dinero. A pesar de la gran dificultad que entraña preparar una comida sana y equilibrada para llevar cada día con el ajetreo de la rutina, el trabajo y los estudios, el metabolismo nos lo agradecerá siempre y merecerá la pena.
  • Mantente lejos de personas tóxicas. Ya resulta bastante difícil en muchas ocasiones mantener una actitud positiva ante los diferentes escenarios que nos plantea la vida, como para además tener que rodearnos de personas que nos contagien de energía negativa.
  • Descansa. Aunque no expongas tu cuerpo a esfuerzos físicos importantes, hay que ser consciente de que la mente también necesita descansar. Respetar las 8 horas mínimas de sueño al día es fundamental, y si además podemos complementarlas con una pequeña siesta de 15 minutos al mediodía, nos ayudará a continuar el día con energía.