En las últimas cuatro décadas Nike se ha situado entre las marcas más deseadas y lo ha hecho respetando un principio, el de la innovación constante.
Hemos repasado la historia de la marca para quedarnos con sus grandes momentos relacionados con la creación de nuevas tecnologías. La anatomía de una zapatilla suele dividirse en tres partes, suela, media suela y upper. Tres de las grandes innovaciones de Nike tienen relación con ellas.
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La suela Waffle
Bill Bowerman, el fundador de Nike, era también un entrenador obsesionado por el material deportivo que no dudaba en retocar y personalizar el producto que usaban sus atletas. Bowerman, que se había iniciado en el fútbol americano, vio también cómo los jugadores de fútbol americano tenían un problema con sus botas. A principios de los setenta en los estadios comenzó a usarse Astroturf, un tipo de césped artificial que convertía en inútiles las habituales botas con tacos.
Como un auténtico obsesionado por el producto, debía buscar unas zapatillas que tuvieran un buen agarre para sus corredores y que funcionara también para los jugadores de fútbol americano de la Universidad de Oregón.
Bowerman tuvo su revelación desayunando. Las planchas para hacer los gofres formaban una superficie podía servir también para crear unas suelas con buen agarre. Cambió la harina por uretano líquido y después de algunas pruebas y unos cuantos destrozos, creó un nuevo tipo de suela que fue adaptada a distintos usos.
La idea quedó plasmada en una zapatilla llamada muy apropiadamente Nike Waffle Trainer y a partir de ahí aquellos tacos se convirtieron en el estándar, no solo para Nike sino para casi cualquier zapatilla para correr.
La amortiguación de la Nike Cortez
La primera gran zapatilla de Nike surgió de un grupo de entrenamiento de corredores populares. La idea de correr como parte de un entrenamiento fue obra del entrenador neozelandés Arthur Lydiard y llevada a Estados Unidos por Bill Bowerman. El principal problema es que aquellos que se iniciaban en las carreras con Bowerman no tenían una buena forma física, pesaban más que los atletas habituales y no tenían una gran técnica de carrera.
Mientras la velocidad de los atletas les llevaba a caer con la zona delantera del pie, los populares caían con el talón. No había un calzado adecuado para ellos, se diseñaba pensando en grandes atletas, no en la incipiente figura del corredor popular.
Bill Bowerman creó la primera zapatilla diseñada para todo tipo de corredores. Su objetivo fue hacerla cómoda desde el primer momento y evitar el daño causado por el impacto. Lo consiguió colocando una pieza de espuma extra en el talón, la zona con la que los corredores populares tocaban el suelo en cada paso.
Las distintas corrientes asociadas al running han criticado en ocasiones el uso (y sobre todo el abuso) de amortiguación en las zapatillas, pero lo cierto es que esa innovación permitió que muchos corredores pudieran acercarse a un nuevo modo de hacer deporte.
La Nike Cortez no solo fue una gran innovación técnica en 1972, la idea de la amortiguación fue la base para dos de las siguientes creaciones de Nike, Air en 1978 y Air Max en 1987. Dos revoluciones tecnológicas que se apoyaban en ideas ya presentes en aquellas primeras Cortez.
Flyknit
En 2012 las zapatillas aun se fabricaban siguiendo el mismo método que un siglo antes, piezas de distintos materiales que se iban colocando unas sobre otras mediante distintos métodos. Se había conseguido ir del cosido al pegado y del pegado al termosellado, pero la idea de capas superpuestas seguía siendo la misma. Era la evolución de un sistema de producción de otro siglo, pero todo cambió ese año olímpico, con la aparición de el nuevo modelo de zapatillas Nike Flyknit.
Desde el inicio de los tiempos, los corredores pidieron zapatillas que “te hicieran sentir como si no llevaras nada”. Era habitual que cuando alguien se sentía cómodo con unas zapatillas, dijera que sentía como si fuera un calcetín y ese era el objetivo.
Nike lo había intentado anteriormente con Sock Racer en 1985, Air Flow en 1988 y Presto en 2000, pero aún no había encontrado el material perfecto. En 2004 Nike había lanzado una edición muy limitada de las Sock Dart dentro de su línea HTM que en realidad no era otra cosa que un prototipo de las Presto que comenzaba a utilizar materiales tejidos (años después la Sock Dart se ha convirtió en un éxito de ventas). Eran buenas ideas que no podían desarrollarse porque no había materiales adecuados para cumplir con la función que le exigía Nike.
La tarea de llevar la idea al rendimiento fue encargada a Ben Shaffer, que comenzó a trabajar directamente con fabricantes de hilos para crear fibras de poliéster ligeras y duraderas. No se trataba de diseñar unas zapatillas sino de crear un material que pudiera ser utilizado para desarrollar nuevos modelos.
El resultado final es Nike Flyknit, un tejido de precisión que se ajusta a la forma del pie eliminando peso, costuras y capas. Cada zapatilla tiene un construcción específica, dependiendo de la zona en la que se necesita más flexibilidad o transpirabilidad. El entramado de los hilos de poliéster puede ser más abierto en la zona de los dedos y más cerrado en el mediopié, donde se necesita un mayor ajuste.
Unos años antes Nike había creado el complemento perfecto, Flywire, unos filamentos que funcionan como los cables de un puente colgante para ofrecer sujeción con el mínimo peso y que eran el complemento perfecto al flyknit.
Nike Flyknit tenía otra ventaja, al tratarse de un proceso de creación sin cortes ni capas, reducía un 60% los residuos.
¿Cual fue la primera zapatilla de Flyknit?
Las primeras zapatillas realizadas en Nike Flyknit fueron Nike Flyknit Racer y Nike Flyknit Trainer, que aparecieron en 2012.
La Nike Flyknit Racer era la versión más arriesgada con solo 160 gramos de peso en total. La suma de todo el Flyknit de la parte superior y la lengüeta eran unos ridículos 34 gramos. Oficialmente se estrenó en los Juegos Olímpicos de 2012 con el oro de Abel Kirui en maratón.
La Nike Flyknit Trainer+ era la versión orientada a un uso diario, con 220 gramos seguía siendo muy ligera pero tenía más protección.
Ambos modelos se han convertido en básicos que se han relanzado durante todos estos años.
El Flyknit, además, se ha ido utilizando en zapatillas de todas las categorías e incluso en textil.
¿Cuál será la próxima gran innovación de Nike?
La siguiente revolución del calzado será la impresión 3D, un proceso en el que Nike ya está trabajando. A partir de los datos proporcionados por los atletas, se diseña una composición ideal del material, dónde debe haber más capas para asegurar la protección o dónde debe ser más ligera. El producto final se compone a través de una impresión en 3D de TPU en un proceso que dura unos 30 minutos y que es exclusivo para cada atleta.
La primera y por ahora única zapatilla en hacer uso del Flyprint es la Nike Zoom Vaporfly Elite Flyprint desarrollada para el maratoniano Eliud Kipchoge. Un atleta del futuro que nos adelanta el material del futuro.