Cuando hablamos de suelos industriales nos referimos a un tipo de superficie específica que tiene las características de evitar que se acumule la suciedad y que ayude a que la maquinaria se mueva de forma fluida. Esto se consigue con un suelo continuo. Además, estos pavimentos industriales evitan que se deban realizar reparaciones de forma continuada, son una gran inversión ya que logran una mejora en el rendimiento y evitan sobrecostes en reparaciones.
Pero a pesar de todos sus beneficios, un pavimento industrial no está exento de sufrir daños, ya sean causados por las actividades de la industria que se llevan a cabo sobre él, o por problemas en el suelo sobre el que se levanta. Según el tipo de suceso, pueden aparecer grietas o socavones que deben de ser reparados con la solución más eficaz.
Cuando el problema proviene de un golpe o accidente causado por las tareas laborales, la solución es rápida y sencilla, actuando sobre el lugar donde sucedió el golpe, se debe rellenar el socavón e igualar de nuevo la altura del suelo. Este es un trabajo que no debe de llevar más de un día, siempre dependerá de la gravedad del golpe obviamente, pero son sucesos normales que se reparan con rapidez.
Sin embargo, cuando los problemas provienen a causa de modificaciones en el suelo sobre el que se levanta el suelo industrial, la reparación necesitará más tiempo y la utilización de los mejores materiales para hacerla de la forma más eficaz posible. Cuando el problema viene del suelo se hace visible con la aparición de grietas en la superficie, esto es una clara señal de que se están produciendo diferentes cambios y movimientos en los materiales que componen el suelo. Esto se debe a diversos motivos, desde la acción de la meteorología, como las lluvias, o a corrimientos de tierra producidos por temblores o por los propios materiales que se encuentran en el suelo.
Cuando esto sucede, para reparar las grietas, hay que actuar bajo el pavimento industrial, hay que consolidar el suelo para hacer seguro todo aquello que se encuentre sobre él. Pero en este momento, es cuando se teme que se tenga que parar la actividad para poder repararlo, pero existe una técnica que evita que se tenga que realizar estos parones. Las inyecciones de resinas expansivas son muy poco invasivas, se puede ir reparando el problema por zonas, permitiendo que en el resto de la fábrica la actividad se pueda desarrollar con una completa normalidad.
Paso a paso, las soleras industriales ven como el suelo que se encuentra por debajo se va consolidando y las grietas se reparan. Una vez finalizado el proceso, el suelo queda totalmente compacto, evitando que este problema vuelva a suceder de nuevo. Esta solución aporta seguridad en el tiempo.
De este modo el suelo industrial sigue aportando todas sus ventajas a cualquier fábrica que quiera sacar el máximo partido a su maquinaria, facilitando sus movimientos y mejoran la velocidad de los mismos.