El control del que se dispone en términos de gestión empresarial se presenta como uno de los ejes fundamentales del éxito corporativo. Sin embargo, existe un amplio volumen de factores que se han de considerar si se pretende que un modelo de negocio mantenga un buen rendimiento financiero. Por suerte, la tecnología ha evolucionado lo suficiente como para delegar en determinados programas una extensa variedad de labores cotidianas. Los ERP son especialmente útiles en dicha materia; por lo que hoy analizamos algunas de las prestaciones y ventajas asociadas a su implementación.
Contenidos
Mantén el control económico en todo momento
La rentabilidad es la base de la viabilidad de cualquier modelo de negocio, independientemente de si hablamos de las grandes empresas, de las pymes o incluso de los autónomos. Para alcanzar dicho objetivo, es prioritario mantener un rigor incontestable en todo lo relacionado con la contabilidad. De ahí que la incorporación de un software de tesorería en forma de ERP se antoja todo un alivio.
En lugar de seguir empleando métodos manuales o programas de ofimática obsoletos, los ERP permiten al empresario o responsable de la tesorería llevar un seguimiento automatizado de las cuentas. No importa si hablamos del efectivo de la compañía o de cualquier otro tipo de activo: con estos programas conocerás al detalle y en tiempo real la economía del negocio.
La visibilidad de los saldos, la optimización de los pagos y los cobros o, por supuesto, la eliminación de los errores humanos más habituales son algunas de las ventajas de dichos programas. Una apuesta por la transformación digital que aumenta la precisión con la que se maneja el aspecto financiero de la empresa; augurando no solo estabilidad corporativa, sino también buenas previsiones de crecimiento en un futuro.
Conéctate a tu empresa desde cualquier lugar
Una de las principales características de los software de gestión actuales es que son programas alojados en la nube. Es decir, no dependen de su instalación en dispositivos concretos, sino que almacenan toda la información relativa al negocio en cuestión dentro del entorno online. Lo cual hace que tener un erp cloud sea sinónimo de control empresarial absoluto.
Los sistemas en la nube te van a permitir estar conectado a la empresa desde cualquier dispositivo y desde cualquier lugar del mundo. ¿Tienes que revisar las cuentas? ¿Completar los modelos fiscales? ¿Gestionar tareas y asignarlas a tu plantilla? Se acabó aquello de solo poder hacerlo en la oficina: ahora puedes completar todas estas acciones (y muchas más) desde un simple smartphone.
Más allá de la comodidad y la accesibilidad que esto representa, conviene destacar que con un ERP en la nube te será más fácil resolver las urgencias. Hay cuestiones que no pueden esperar y, por suerte, estos programas habilitan la gestión remota de las compañías. El mundo cloud no es el futuro: es el presente y depende de ti adaptarte cuanto antes a él.
Delega en la tecnología el mantenimiento de tus activos
Muchos de los activos de una empresa suelen sufrir desperfectos con el paso de los años; motivo por el que implementar un programa de mantenimiento perfectamente diseñado es esencial. De nuevo los ERP son de gran ayuda, puesto que entre sus múltiples funcionalidades encontrarás un software de mantenimiento gmao para tus equipos.
Existen muchas maneras de enfocar el mantenimiento de los activos, como es el caso del mantenimiento correctivo y preventivo. Mientras que la primera opción actúa cuando surge el error, la segunda busca su anticipación a base de revisiones periódicas. Dos servicios técnicos que puedes gestionar con absoluta eficiencia gracias a los ERP.
Sin embargo, es el mantenimiento predictivo donde esta tecnología goza de mayor relevancia. Dichos software son capaces de analizar datos a una velocidad sorprendente. Por consiguiente, estas herramientas son capaces de predecir, basándose en múltiples variables e información de rigor, cuándo se va a producir el fallo. Un recurso clave para prevenir costes elevados y mantener en todo momento la productividad; tal y como sucede con el resto de las prestaciones de los ERP.