Madrugar, ir al trabajo y estar 8 horas diarias dentro de una oficina recibiendo órdenes, salir a descansar y seguir la misma rutina día tras día a la espera del tan anhelado fin de semana es algo que ya pasó a la historia.
Y es que la metamorfosis que vive el ser humano actualmente incluye la manera de ver cómo se va a desempeñar laboralmente estableciendo en este sentido dos vertientes: la de los emprendedores y la de los autónomos.Y si bien estas dos palabras parecen sinónimos, la realidad es que son muy diferentes y cada una cuenta con sus propios beneficios.
Contenidos
Emprendedor o autónomo
Los emprendedores, así como los autónomos, se caracterizan por perseguir el sueño de lograr la independencia y el control de su propio trabajo. Hacen menor la cantidad de personas que quieren ser empleados asalariados. Y aunque la libertad es muy agradable, las obligaciones tributarias, fiscales y legales que se deben cumplir no lo son tanto. Pero gracias a la Internet y sus avances existe la gestoria online que permite tramitar todos estos deberes de una manera cómoda y sin estrés.
Son muchos los requerimientos que deben evaluarse al momento de comenzar un negocio o proyecto, entre los cuales están el concepto o idea que se pretende desarrollar, el personal que se desempeñará como apoyo técnico, los procesos a seguir para generar los resultados y el dinero que se requiera para financiar el proyecto.
Es aquí donde las diferencias entre ser un emprendedor o un trabajador autónomo entran en juego. Y es que ser un emprendedor es tener la capacidad de generar y llevar a cabo una idea que no necesariamente debe ser lucrativa. En cambio un trabajador autónomo es quien trabaja para sí mismo, realiza una actividad económica sin necesidad de estar sujeto a ningún tipo de contrato.
Ser emprendedor, la opción del progreso
Ser un emprendedor es querer romper de cierta forma los paradigmas establecidos cuando de negocios o proyectos se trata. Genera nuevas ideas que con el tiempo aportarán soluciones originales y creativas a problemas que siempre habían estado presentes, pero a los que no se les había prestado atención.
Arreglar distintos problemas de gestión y funcionamiento es algo innato. Cuando se desarrolla esta cualidad se está frente a una persona capaz de agilizar procesos. Los hace más fáciles y útiles, piensa siempre en el buen manejo y optimización de recursos económicos o de cualquier otro tipo.
Cuando percibe una oportunidad de poner en marcha su proyecto, no duda en tomarla. Su gran osadía, compromiso y constancia hacen que las metas se cumplan, y donde otros ven un problema el emprendedor capta una oportunidad que explora, analiza y desarrolla generando beneficios, tanto personales como colectivos.
El trabajador autónomo, creador de su propio mundo
Autónomo es sinónimo de independencia, algo muy valorado en la actualidad ya que al tener el beneficio de ésta, se pueden lograr muchos objetivos a la vez, que no podrían ser ni siquiera pensados si se trabaja para otra persona o empresa.
Un trabajador autónomo es quién no tiene jefes o un tercero que le dé órdenes. En cambio trabaja para sí mismo sin tener trabajadores bajo su mando, o muy pocos. No depende de nadie, es dueño de su horario de trabajo y genera sus propios ingresos. Dispone de infraestructura y material proporcionados por él mismo y las actividades que organiza y desarrolla las hace bajo su criterio.
Los trabajadores autónomos suelen ser quienes prestan servicios de forma independiente, como los taxistas, electricistas o freelancers. También están los que se encargan de dirigir organizaciones productivas y los que realizan actividades para un número reducido de clientes.
Ahora bien, una desventaja, por así decirlo, de ser un emprendedor o un trabajador autónomo, es que debe hacerse cargo de todo lo relacionado con el papeleo al momento de querer conformar una empresa (en el caso de los emprendedores) o trabajar por cuenta propia (en el caso de los autónomos), lo que muchas veces termina con el sueño de cualquiera. La buena noticia es existe la asesoría online que se encarga de gestionar trámites complejos que quitan mucho tiempo y es mejor dejarlos en manos de profesionales.
Así que, bien sea que se quiera ser un emprendedor o un trabajador autónomo, lo más importante es tener un objetivo claro. La manera en que éste se ejecute para llegar a la meta queda de parte de las oportunidades que se presenten y de cómo se piensan abordar.