Los medicamentos son bienes esenciales para el tratamiento y la prevención de enfermedades. No obstante, muchos de los medicamentos que se comercializan resultan potencialmente peligrosos cuando no se utilizan de forma correcta, de ahí que su venta se produzca en farmacias y bajo la supervisión de un farmacéutico capacitado.
El trabajo de un farmacéutico profesional va mucho más allá de la venta de medicamentos. La dispensación de fármacos involucra procesos especializados como la formulación magistral, seguimiento farmacoterapéutico y el asesoramiento nutricional, entre otros temas, además del conocimiento para diferenciar entre los diferentes tipos de medicamentos.
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¿Cuáles son las diferentes clases de medicamentos?
La industria farmacéutica posee una cantidad enorme de productos, siendo posible dividirlos en dos grandes grupos atendiendo a su componente activo. En primer lugar, se tendrían a aquellos productos de venta libre y, en segundo, aquellos cuya venta se produce con una receta médica.
Medicamentos OTC
Los medicamentos OTC son aquellos que pueden comercializarse sin autorización médica, destinados a tratar enfermedades menores como el dolor de cabeza o el resfriado común. En esta clasificación se incluyen productos de parafarmacia, productos sanitarios, complementos alimenticios y otros que también se comercializan en farmacias.
Estos no deberían confundirse con los medicamentos EFP (Especialidades Farmacéuticas Publicitarias), los cuales pueden ser publicitados en el mostrador bajo ciertas restricciones. Aunque el término EFP se encuentra obsoleto desde que se promulgó la Ley 25/2009, aún se utiliza para identificar los medicamentos que pueden ser objeto de publicidad.
Medicamentos con receta médica
Finalmente, tenemos los medicamentos que solo pueden ser adquiridos presentando la prescripción de un profesional de la salud. En este caso, el profesional tendrá que realizar una evaluación previa del paciente y, en base a su juicio, ofrecer un protocolo de tratamiento.
Una receta médica es indispensable para la compra de varios grupos de medicamentos como los antibióticos, psicotrópicos, narcóticos para el control del dolor y aquellos fármacos destinados a tratar enfermedades crónicas.
La lista de venta con receta puede incluir aquellos conocidos como medicamentos EFG (Equivalentes Farmacéuticos Genéricos), popularmente llamados “genéricos”, es decir, aquellos que mantienen una equivalencia bioquímica con medicamentos originales.
Aspectos involucrados en la dispensación farmacéutica
El trabajo de un profesional farmacéutico no se reduce a la dispensación de medicamentos en el mostrador, sino que incluye algunas tareas adicionales que inciden sobre el buen funcionamiento de la farmacia. Entre ellas, se incluyen los siguientes puntos:
- Asesoramiento al paciente. Se encargan de ofrecer información y asesoramiento a los pacientes sobre el uso adecuado de los medicamentos, dosificación, efectos secundarios y las posibles interacciones con otros medicamentos.
- Preparación de medicamentos. Tienen la capacidad de preparar medicamentos personalizados y fórmulas magistrales para pacientes que necesiten dosis específicas o formas de administración alternativas.
- Control de calidad. De igual forma, son responsables de garantizar que los medicamentos dispensados en la farmacia se encuentren en condiciones adecuadas para su consumo.
- Gestión de inventario. Su trabajo incluye mantener actualizado el inventario adecuado de medicamentos en la farmacia, tratar con proveedores y recibir nuevos suministros cuando sea necesario.