Las tecnologías de la información se han convertido en una parte esencial de nuestras vidas, simplificando gran cantidad de procesos comerciales y actividades cotidianas. Por Tecnologías de la Información y la Comunicación (TIC), entendemos el conjunto de herramientas informáticas que permiten la automatización de procesos y facilitan el acceso a la información. En el campo de la salud, las TICs han sido determinantes para enfrentar la pandemia del COVID-19. Muchas empresas del sector sanitario han tenido que implementar herramientas tecnológicas para poder mantenerse en funcionamiento y cumplir con sus obligaciones. El teletrabajo, la telemedicina y los sistemas online de reserva de citas son solo una parte de la revolución digital. Sin lugar a dudas, el impacto de las TIC en la salud ha sido considerable. Tanto establecimientos de salud, como empresas relacionadas con seguros médicos, farmacias y, en general, todos los eslabones del sector sanitario, han debido actualizar sus procesos e incorporar sistemas de gestión de información para garantizar la salud de los pacientes y la supervivencia de sus negocios.
¿Cuáles son los beneficios de las TICs en la salud?
Uno de los principales beneficios de la incorporación de TICs en el sector sanitario lo perciben los pacientes, quienes ahora tienen la posibilidad de gestionar sus citas, consultar resultados de estudios y realizar trámites desde un ordenador o teléfono inteligente. No obstante, existen otros beneficios que merece la pena mencionar.
- Incremento en la eficiencia de la gestión sanitaria. Recoger las radiografías o visitar la clínica para conocer el resultado de los estudios de laboratorio ya no es una necesidad. El mayor impacto de las TICs se relaciona con la eficiencia en la gestión de la información, la cual puede transmitirse en tiempo real para mayor satisfacción del paciente.
- Inmediatez. Se vuelve innecesario perder el tiempo en salas de espera llenas de gente, puesto que podemos gestionar la fecha y hora exacta de atención utilizando internet. El médico tratante puede tener acceso a nuestros registros médicos de forma inmediata, sin necesidad de tener que manejar archivos físicos, algo especialmente útil en la actualidad.
- Mejorar la calidad de vida de pacientes con enfermedades crónicas. En muchas ocasiones, pacientes aquejados por enfermedades crónicas se ven en la necesidad de acudir a hospitales para consultas de rutina, lo cual queda resuelto gracias a la telemedicina que permite la atención a distancia sin que deban salir de casa.
- Mayor calidad en la atención a los pacientes. Una de las carencias del sector sanitario es la dificultad en la transmisión de la información. Con la tecnología se vuelve posible que tanto pacientes como médicos e instituciones de salud puedan gestionar el historial clínico del paciente de forma integral y en tiempo real, lo cual incide en la calidad de la atención.
- Reducción de costes operativos. La infraestructura necesaria para gestionar información digital resulta bastante más económica y eficiente que el manejo de archivos y procesos tradicionales. Esta reducción de costes operativos se convierte en precios más accesibles para los pacientes.