Hoy en día la sociedad comienza a concienciarse acerca de la importancia que adquiere el respeto por el ambiente y por la ecología. De este modo cada vez son más los hogares y establecimientos que apuestan por las energías renovables, que ganan músculo en España gracias a empresas plenamente afianzadas en el sector como Enérgya.
Pues bien, esas mismas ideas son las que hacen que surjan nuevos proyectos que buscan reducir la huella de carbono que el ser humano deja en el ambiente, permitiendo avanzar hacia la sostenibilidad ambiental. El tema de la producción de energía es de vital importancia, ya que por desgracia aún es habitual utilizar recursos contaminantes y limitados.
Pero afortunadamente también existen iniciativas que promocionan fuentes de energía verde, nuevas y alternativas, que dan la posibilidad de combinar la comodidad de los usuarios con el respeto por el medio ambiente.
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Un toldo que aloja miles de paneles fotovoltaicos
De este modo ha surgido una iniciativa consistente en una especie de toldo, similar a una gran ola dorada, que se derrama desde una explanada ubicada en un plano superior hasta la playa. Se sitúa por encima de una carretera muy transitada y se extiende hasta posarse suavemente sobre la arena. ¿Dónde está su grandeza? En los 9.000 paneles fotovoltaicos flexibles que aloja en su parte superior, capaces de dotar de electricidad a más de 500 hogares de la zona, un teatro y hasta incluso un parque de atracciones. Y lo que es mejor: de manera ecológica y sin dar uso a ningún combustible fósil.
Se trata de un proyecto que no ha visto la luz aún en el mundo real, pero que constituye una de las más llamativas propuestas presentadas en un concurso bianual organizado por una organización que busca promover la transición a las economías poscarbono. Para ello ofrece modelos de infraestructura de energía renovable que aportan valor al espacio público, inspirando y educando en los valores propios de la sostenibilidad ambiental.
Inspirada en estos valores han organizado a lo largo de los últimos ocho años distintas ediciones de concursos de arte público, con el objetivo de premiar los mejores diseños para la producción de energía verde.
Un experimento en el “triángulo de San Kilda”
En la última edición del concurso se planteó el desafío de aunar y cohesionar una zona de Melbourne en la cual la intensidad del tráfico rodado había dado lugar a un espacio degradado, creando una infraestructura que generara energía limpia. Se escogió un área conocida como el “triángulo de San Kilda”, delimitada por un mercado en la cima de una colina, en el bulevar Jacka, un teatro histórico y el parque de atracciones Luna Park.
Finalmente, los autores del proyecto ganador intentaron salvar el obstáculo que suponía la carretera para dotar a esta vía de un sentido nuevo, mejorando así su imagen y proporcionándole un valor añadido a nivel urbanístico y energético. La carretera quedaba cubierta en parte por el panel solar, dando así lugar a un amplio espacio con sombra por debajo y un puente peatonal hasta la playa en su parte superior.