El término epilepsia hace referencia a un trastorno neurológico crónico caracterizado por la presencia de convulsiones recurrentes, percepción alterada e, incluso, pérdida de la consciencia. Esta condición de la salud puede afectar a personas de todas las edades, pudiendo tener un impacto significativo en la vida de quienes la padecen y sus familiares.
Las causas de epilepsia pueden ser tan diversas como lesiones cerebrales, trastornos genéticos o alteraciones metabólicas. En las siguientes líneas nos encargamos de recoger algunos datos importantes sobre este padecimiento con el apoyo del Centro Aura, especialistas en epilepsia ubicados en la Ciudad de México, México.
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Síntomas de la epilepsia
Considerando que la epilepsia ocurre por una actividad cerebral anormal, las convulsiones pueden llegar a afectar a cualquier proceso que sea coordinado desde este órgano. Las convulsiones pueden manifestarse de diversas formas, por ejemplo:
- Rigidez muscular.
- Confusión temporal.
- Problemas del habla.
- Movimientos espasmódicos involuntarios de brazos y piernas.
- Pérdida del conocimiento.
- Síntomas psicológicos y cognitivos como miedo, ansiedad, déjà vu, paranoia, crisis de risa o de llanto y alucinaciones.
Estos episodios pueden convertirse en situaciones impredecibles y aterradoras, ocasionando que los afectados eviten ciertas actividades o situaciones por miedo a sufrir una convulsión en público o colocarse en situaciones de peligro.
Causas
En el 50% de los casos, la epilepsia tiene una causa desconocida. En el porcentaje restante de afectados, el padecimiento se debe a factores como:
- Genética. Estudios han conseguido asociar ciertos tipos de epilepsia con genes específicos que aumentan la sensibilidad a las condiciones ambientales que desencadenan las convulsiones.
- Traumatismo craneal. Consecuencias de accidentes y lesiones severas.
- Infecciones. El VIH, la encefalitis y algunas infecciones parasitarias pueden ocasionar epilepsia.
- Anomalías cerebrales. Tumores cerebrales, malformaciones vasculares y otros temas pueden ser causantes de convulsiones.
- Lesiones prenatales. Dado que el cerebro del bebe es altamente sensible al daño, situaciones como la presencia de una infección en la madre, desnutrición y deficiencia de oxígeno, pueden ocasionar anomalías que deriven en epilepsia.
- Trastornos del desarrollo. Puede asociarse el desarrollo de epilepsia con algunos trastornos del desarrollo, como es el caso del autismo.
Pronóstico de la enfermedad
Ahora bien, ¿la epilepsia tiene cura? Lamentablemente, hasta el momento no ha sido posible alcanzar una cura para la epilepsia. Lo que sí existe son diversas opciones de tratamientos con los que el paciente puede controlar los síntomas de la enfermedad y alcanzar una mayor calidad de vida.
Los tratamientos pueden dividirse en dos grandes grupos:
Medicación farmacológica
Estos medicamentos solo pueden ser recetados por un especialista en el tema, el cual debe considerar aspectos como el tipo de epilepsia, las características y estilo de vida del paciente, para elegir el fármaco que resulte más apropiado. Además, será necesario asistir a controles periódicos.
Tratamiento quirúrgico
Se trata de una opción que solo se recomienda a pacientes cuyas crisis no ceden a pesar de recibir medicación. Existen diferentes procedimientos quirúrgicos de enfoque curativo y paliativo, como extirpar alguna mínima área del cerebro donde se presentan las crisis o implantar un dispositivo para enviar pulsos eléctricos destinados a estimular el cerebro.