Mallorca es uno de los destinos favoritos de cientos de personas que vienen atraídas por sus aguas cristalinas y sus playas de arena blanca. El número de visitantes anuales asciende a casi 15 millones, convirtiéndose en la mejor tarjeta de presentación de la isla de cara al mundo, gracias a su envidiable clima mediterráneo y a las agradables temperaturas durante todo el año. No es de extrañar, por tanto, que la isla sea el lugar vacacional predilecto de multitud de rostros conocidos del mundo de la música, el fútbol y el cine. Sin embargo, Mallorca es mucho más que eso. Cuenta con una extraordinaria diversidad cultural y paisajística digna de ser descubierta por todos los turistas que se desplazan hasta la isla.
Uno de los puntos fuertes con los que cuenta Mallorca es lo bien conectada que se encuentra en cuanto a transporte público se refiere, facilitando la movilidad de los turistas. No obstante, para una mayor comodidad, lo ideal y la mejor opción para descubrir rincones espectaculares es alquilar un coche y desplazarse de una manera mucho más cómoda y económica. Del mismo modo, tanto si se llega desde avión o desde ferry, es recomendable reservar un taxi para tu llegada a Mallorca que permita el desplazamiento hasta la estancia reservada. Así, el viaje puede comenzar nada más llegar al destino.
Lugares indispensables para visitar en Mallorca
Port des Canonge. Situado en la Serra de Tramuntana, más concretamente en el término municipal de Banvalbufar, se encuentra un enclave oculto por la naturaleza al que se accede después de superar seis kilómetros de estrechas curvas. A día de hoy, y ocupando gran parte de la cala, se conservan las tradicionales escars, es decir, antiguas casetas en las que los mallorquines guardaban sus embarcaciones y aparejos de pesca. Esta playa de guijarros y grava presenta un aire muy pintoresco, cuyas aguas cristalinas y sus fondos de arena y alga posidonia oceánica atraen tanto a los amantes de la pesca submarina como a los buceadores. Otro de los puntos fuertes de este lugar son las bellas puestas de sol que pueden apreciarse sentados en la arena. También es posible realizar una ruta de senderismo siguiendo el camino de «La Volta des General», la cual transcurre entre bosques de pino y formaciones rocosas.
Cuevas del Drach. En la costa este de Mallorca, concretamente en Porto Cristo se hallan las Cuevas del Drach, que en realidad son cuatro cuevas conectadas. Estas cuevas son un lugar de obligada visita al ser considerada como una de las maravillas naturales de la isla. Con una longitud de 1.200 metros y 25 metros de profundidad, estas cuevas son un lugar de ensueño para aquellos amantes de la espeleología debido a los descubrimientos diarios de nuevas cavidades de roca. Recorriendo las cavidades es posible observar numerosas estalactitas y estalagmitas de gran tamaño hasta llegar, en una de las cuevas, a uno de los mayores lagos subterráneos del mundo, el lago Martel con una longitud de 115 metros de longitud. Al llegar allí, tiene lugar un concierto de música clásica para todos los presentes, finalizando la visita con un paseo en barca.
Artá. Este pueblo se encuentra situado en la denominada Comarca de Llevant, con una superficie de 140 kilómetros cuadrados repletos de paisajes montañosos, playas y patrimonio de enorme valor arquitectónico y arqueológico. Es un rincón de obligada visita por todo lo que el pueblo puede ofrecer a cada uno de los visitantes. Ha sido considerado como modelo de turismo respetuoso con el medio, gracias a sus 25 kilómetros de costa en estado natural, al contar con una reserva marina así como con un Parque Natural. En el interior de Artá destaca su centro histórico con el recinto amurallado de Sant Salvador, el cual alberga varios atractivos como su iglesia de estilo gótico y, a pocos kilómetros, el Monasterio de Santa María de Bellpuig con siete siglos de historia.
Mirador Es Colomer. Este mirador se localiza en la península de Formentor, accediendo a él desde el Puerto de Pollença a través de una estrecha carretera con angostas curvas. Este mirador es en realidad una roca vertical de más de 200 metros de altura que ofrece unas vistas espectaculares del paisaje. Al comienzo de la subida al mirador se puede encontrar un monumento al ingeniero que trazó el diseño de este, Antonio Parietti Coll. Una vez en el mirador, se hallan un par de explanadas circulares perfectas para apreciar las vistas de los mágicos atardeceres que tienen lugar en esta zona de Mallorca. Si se tiene vértigo es importante eludir la subida al mirador en días de mucho viento, pues este puede aumentar considerablemente. Al seguir la carretera que llega al mirador, es posible para dar con la playa y el cabo de Formentor, este último con un faro, cuyo paisaje muestra una belleza digna de cualquier postal.
Como hemos podido ver, Mallorca alberga en su interior numerosos lugares de enorme belleza esperando a ser descubiertos por los más viajeros. Sin duda, lo ideal para poder moverse con libertad por la isla es alquilar un coche, que pueden encontrarse en webs como Roig.com, lo que permitirá el desplazamiento de forma rápida por la isla más grande del archipiélago balear. Un destino idóneo en plena época invernal para aquellos viajeros que huyen de las frías temperaturas.