La cirugía estética, se ha convertido en una herramienta capaz de corregir no solo desfiguraciones estéticas, sino problemas de salud integral. Las rinoplastia, es una de las más solicitadas debido a que el resultado mejora con creces el desarrollo de la persona lo largo de su vida.
La cirugía plástica se encarga de mejorar las condiciones físicas externas de cualquier parte del cuerpo. Gracias a esta especialidad, muchas personas mejoran su situación después de haber sufrido accidentes o enfermedades, inclusive, malformaciones previas al nacimiento pueden superarse con las intervenciones de estos profesionales.
Es por esto que, alrededor del mundo, miles de hombres y mujeres acuden anualmente a realizarse algún tipo de cirugía estética, siendo la rinoplastia el tercer tipo de intervención en cuanto a cantidad de solicitudes. Esto se debe a que la nariz es un elemento central que da forma al rostro y su modificación a nivel estético conlleva un cambio muy notable al individuo.
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¿Cómo se realiza una rinoplastia?
Al igual que en toda intervención quirúrgica, la ansiedad de conocer el resultado, el temor y las dudas pueden ocasionar problemas. Por esto, es oportuno recordar que el sistema nervioso se conecta directamente con las emociones y sentimientos, por ello la tranquilidad y la certeza son fundamental para afrontar cualquier cirugía.
Para aliviar la sensación de inseguridad, el primer paso que debe llevarse a cabo es conocer todos los detalles del procedimiento de la intervención. Es por esto que antes de llegar al quirófano, al realizarse una rinoplastia en Madrid, se requiere una planificación conjunta con los especialistas, los cuales gracias a su nivel de profesionalismo, guiarán al paciente y darán seguridad acerca del procedimiento y los resultados que se desean obtener.
En primer lugar, al tratarse de una modificación de forma y tamaño, es crucial tomar las medidas de la nariz (ángulos y distancias). Igualmente se toman fotografías digitales de diversas tomas de la nariz, frontal, dorsal, cenital y laterales.
Usando las fotografías, el especialista podrá hacer una simulación virtual. Para esto se utiliza un software especial que modifica la forma o la cambia de tamaño. Con esto el paciente siente más tranquilidad al ver una toma aproximada del resultado. Claro está, que ante cualquier decisión el paciente debe ser consultado, ya que la rinoplastia debe ser un proceso llevado en conjunto con el paciente.
Asimismo, dicha cirugía se debe realizar en un centro médico que cuente con todos los equipos necesarios para atender cualquier emergencia posible, entendiéndose que por lo general, la hospitalización dura uno o dos días si no se presentan complicaciones.
En cuanto a la anestesia, la mayoría de los especialistas usan local para realizar la cirugía, sin embargo, de involucrar procedimientos internos complejos se utilizará la anestesia general. En el primer caso, el paciente permanece despierto durante la intervención, mientras que, con la anestesia general, despertará después que esta termine.
La duración de la operación se estima en un máximo de dos horas y media, y el proceso básicamente sucede, a líneas generales, de la misma manera. La piel de la nariz se separa del hueso y el cartílago que la soportan, luego se procede al esculpido de esta estructura de soporte, para finalmente volver a colocar la piel. Estas incisiones pueden hacerse por los agujeros nasales o por la parte exterior según lo considere el cirujano.
Cuando se finaliza la operación se coloca una férula que mantendrá la nueva estructura mientras cicatriza. También se colocan rellenos para estabilizar el puente nasal hasta que se acostumbre a su nueva posición. A pesar de tratarse de una intervención segura, al igual que todas las cirugías, requiere de atención médica de calidad y el seguimiento de las instrucciones por parte del paciente, ya que algunos problemas que pueden derivar de una mala técnica pueden ser difícilmente solucionables en el futuro.
Detalles a tomar en cuenta antes, durante y después de la rinoplastia
A pesar de ser una operación sencilla, la rinoplastia exige tomar en cuenta varios detalles antes y después de entrar al quirófano. En primer lugar, debe evitarse ingerir alimentos ocho horas antes de la cirugía, de igual forma no fumar ni consumir bebidas alcohólicas los diez días previos.
En caso de estar siguiendo algún tratamiento médico, el especialista encargado determinará si debe suspenderse. De la misma forma, si el paciente tiene alguna condición especial o enfermedad crónica deben tomarse las medidas necesarias para prevenir complicaciones.
Por otro lado, al salir de la cirugía las fosas nasales estarán tapadas con vendas y la respiración deberá hacerse por la boca. Al día siguiente se comenzarán las curas que consisten en cambiar dichas vendas. En esta etapa es importante escuchar la recomendación del doctor, como por ejemplo, no se permitirá el uso de gafas y las actividades físicas estarán restringidas al máximo.
En cuanto a las rutinas cotidianas, estas pueden retomarse después de diez días sin aumentar la actividad física. Mientras que para ejercicios y deportes debe esperarse cuarenta días aproximadamente. Obviamente estos consejos estarán sujetos a las indicaciones del profesional de la cirugía estética responsables del caso.