Una mudanza puede llegar a ser un verdadero quebradero de cabeza, no obstante, siguiendo unas sencillas pautas y armándose de paciencia, el traslado se podrá hacer de la mejor y más amena forma posible.
Es evidente que una mudanza no es una situación sencilla, teniendo en cuenta que, hay que llevar a cabo numerosos pasos, antes de poder instalarse en la vivienda nueva. Por norma general, las personas que ya han experimentado una mudanza la denominan como algo estresante y agobiante, si bien es cierto, esta sensación puede aminorarse siempre que se tengan en cuenta una serie de pasos sencillos.
Para poder hacer una mudanza en Valladolid barata, está claro que la parte principal la tendrán que llevar a cabo los propios usuarios, si bien, para contar con las mejores garantías, una buena opción es contratar los servicios de una empresa especializada.
En cualquier caso, es esencial armarse de paciencia y contar con todos los materiales para poder iniciar la mudanza, además de atender a algunos consejos que se explican a continuación.
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Limpieza y empaquetado
Cuando se hace una mudanza uno se da cuenta de todos los artículos que se han ido acumulando en la casa a lo largo de los años. Por ello, antes de ponerse a empaquetar, es importante realizar una limpieza y tirar o dar aquellos elementos que ya no se utilicen. Es un paso primordial para no tener que trasladar cosas innecesarias.
Una vez se haya hecho, se debe escoger el mejor formato para guardar cada uno de los artículos. Dependiendo de cómo sean los objetos, será mejor utilizar cajas especializadas, bolsas de basura o papeles de burbujas de protección, entre otras cosas.
¿Por dónde empezar?
La mejor opción para empezar a empaquetar son los libros, si se tiene una biblioteca en casa, esto es lo primero que hay que guardar, utilizando cajas de cartón de pequeño tamaño.
Seguidamente, habrá que hacer lo propio con aquellos objetos que se utilicen con menos frecuencia y después, recoger todos los artículos considerados blandos, tales como almohadas, peluches o edredones, entre otras cosas.
Por supuesto, habrá que dejar un tiempo para embalar los objetos más frágiles, como por ejemplo los de cristal. En este caso, es esencial utilizar el papel burbuja y reforzar con papeles de periódico para evitar roturas.
¿Qué pasa con el mobiliario?
Cuando se tienen todos los objetos empaquetados, el siguiente problema que se plantea es qué hacer con los muebles, ya que en la mayoría de ocasiones, hay más de uno que hay que trasladar. Hay que tener en cuenta que esto no es una tarea sencilla y que, de no tener conocimientos, puede ser hasta contraproducente.
Precisamente por este motivo, lo mejor en estos casos es contratar una empresa especializada en montaje e instalación de mobiliario para que, ayuden a almacenar los muebles que se necesiten y, posteriormente, los coloquen en el nuevo hogar.
¿Está todo listo?
Todavía no, aunque se piense que ya se ha metido todo en las cajas, lo cierto es que, en la mayoría de ocasiones, hay algo que se olvida. Por ello, los expertos en mudanzas recomiendan no cerrar las cajas hasta que se asegure que está todo 100% recogido.
Letreros
Claro está, rotular las cajas es una tarea esencial, puesto que así se sabrá más rápidamente que alberga cada una de ellas. Aunque en la actualidad existen letreros o pegatinas que ayudan con este fin, la mejor opción siempre es poner qué guarda cada caja en todas sus caras.
¿Qué hacer con el precinto?
Hay quienes caen en el error de colocar precinto de manera directa sobre los muebles o los artículos y esto es una idea que se debe quitar de la cabeza. No hay que olvidar que el precinto es muy complicado de quitar, por este motivo, se recomienda utilizarlo únicamente en papeles y envolventes destinados al empaquetado.