La radiación infrarroja tiene diferentes aplicaciones en temas de fisioterapia y estética, principalmente el alivio del dolor. Diferentes estudios científicos han comprobado el poder curativo de la energía infrarroja (IR), un tipo de luz invisible al ojo humano, cuyo calor es utilizado en una gran variedad de terapias.
En las siguientes líneas conoceremos qué es, para qué sirve y cuáles son los beneficios de una lámpara infrarrojos en la fisioterapia.
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¿Qué es la radiación infrarroja o radiación IR?
Se trata de un tipo de radiación electromagnética con mayor longitud de onda que la luz visible al ojo humano. Fue descubierta por William Herschel en 1800 a través de termómetros de mercurio colocados en el espectro de un cristal.
El objetivo era medir la temperatura de cada color; en la actualidad, esta clase de radiación tiene diferentes utilidades, como la transmisión de comunicaciones de forma inalámbrica y a través de fibra óptica, además de una variedad de usos en el campo de la medicina.
Con el paso del tiempo se han desarrollado lámparas que emiten luz infrarroja con el objetivo de servir como instrumento para el uso en terapias de rehabilitación física, por su capacidad de emitir diferentes grados de calor que puede ser utilizado con fines curativos.
¿Para qué sirve una lámpara infrarroja?
Las lámparas de radiación infrarroja tienen la capacidad de emitir calor. Su uso más popular se encuentra enfocado principalmente en el ambiente estético y terapéutico, siendo usual encontrarlas en salones de belleza para acelerar el secado del esmalte de la manicura; también se encuentran en clínicas de fisioterapia y rehabilitación, ya que el calor emitido tiene un efecto analgésico y permite relajar los grupos musculares, disminuir la presión arterial, reactivar las células y generar una mejor circulación sanguínea.
Dado que permite aumentar la temperatura, logra simular ambientes artificiales, razón por la que se incorporan en spas y tratamientos de estética que buscan estimular el metabolismo, reducir grasas y eliminar toxinas a través de la circulación sanguínea.
Países en los que las temperaturas de invierno suelen bajar de 0 grados, utilizan esta tecnología para calentar la cama a un bajo coste dado el poco consumo eléctrico y de forma segura.
El calentador de cama eléctrico es una buena opción en aquellos casos que se busca aliviar las molestias musculares en la zona lumbar, cervical o la espalda en general.
Beneficios de las lámparas infrarrojas
Investigadores de la Universidad de Ulm (Alemania), han logrado establecer una relación directa entre la radiación IR y algunos beneficios terapéuticos, por ejemplo:
- Efecto analgésico, ya que la exposición al calor relaja la musculatura, disminuyendo espasmos y fatiga, según el nivel de intensidad y tiempo de exposición a la fuente de radiación IR.
- Vasodilatación. Un mayor flujo de sangre y la dilatación de venas y arterias, disminución de la coagulación sanguínea y mayor aporte linfático a los diferentes tejidos.
- Aumento de la temperatura superficial de la piel, capaz de actuar y disminuir la intensidad de dolores crónicos, además de producir un efecto bactericida.