La obesidad es la pandemia del siglo XXI, es algo que llevamos años oyendo en medios de comunicación. No le falta razón a esa afirmación, la OMS advierte constantemente de los problemas asociaos al sobrepeso y la obesidad, que se traducen en un crecimiento del gasto sanitario de los estaos.
La obesidad ha adquirido tintes epidémicos en el mundo desarrollado y se está convirtiendo en una de las grandes paradojas en la actualidad. Mientras en muchos países la obesidad es un reto que combatir, en otros tantos lo es la lucha para hacer frente a la pobreza.
En España, según un estudio liderado por investigadores del Institut Hospital del Mar d’Investigacions Mèdiques (INIM) y médicos del Hospital del Mar, se prevé que para el año 2030 más de 27 millones de adultos españoles padecerá problemas de obesidad o sobrepeso. El 80% de las mujeres y el 55% de los hombres tendrá problemas de este tipo.
El crecimiento en el número de obesos es progresivo y sostenido, con aproximadamente tres millones de casos nuevos por década. En 2016, atendiendo a los datos de este estudio, había en España unos 24 millones de personas con sobrepeso, el 70% de la población adulta. 10 años antes, se contabilizaban 21 millones.
Desde las administraciones se están tomando medidas para cortar con esta tendencia, que afecta tanto a población adulta como infantil. El Ministerio de Sanidad anunció en el mes de noviembre de 2018 algunas medidas para hacer frente a estos problemas.
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¿Qué medidas está promoviendo el Ministerio de Sanidad para hacer frente al sobrepeso y la obesidad?
Una medida a priori muy eficaz es el etiquetado conocido como Nutriscore. Se trata de un sistema que consiste en un gráfico con coloración gradual que va del verde al rojo en cinco niveles al estilo de un semáforo. Cada producto incluirá un etiquetado frontal con el color al que le corresponda en función de su contenido en azúcares, grasas saturadas, sal, calorías, fibra y proteínas. Los colores verdes identifican a los alimentos más saludables y los rojos, los de menor calidad nutricional.
La segunda propuesta es la de instaurar medidas en colegios e institutos para impedir la venta de alimentos y bebidas con alto contenido en azúcar, ácidos grasos saturados y trans, sal y calorías. En la Ley de Seguridad Alimentaria y Nutrición de 2011 ya se recogían estas cuestiones.
Un tercer objetivo es limitar la publicidad de los alimentos poco saludables dirigida a menores de 15 años. La cuarta medida es desarrollar guías sobre las contrataciones públicas de menús, catering y máquinas de vending para impedir la presencia de alimentos no saludables en instituciones o centros públicos.
La idoneidad de estas medidas está, según los expertos, en entredicho, por su dudosa eficacia y su puesta en marcha con retraso. En cualquier caso, sean estas u otras medidas, de lo que no cabe duda es que España debe hacer frente a la obesidad pues nuestro país aparece como el segundo país de Europa con más casos de obesidad y sobrepeso.
La alta incidencia de obesidad, especialmente la infantil, se asocia con consecuencias negativas a nivel psicosocial, de autoestima, rendimiento académica y mayor tasa de mortalidad.
¿Qué están haciendo desde el sector de la alimentación para poner frente al sobrepeso?
Desde el sector de la alimentación están adaptándose a la alimentación. Las empresas de vending toman nota desde hace años de la recomendación de excluir o limitar en sus máquinas alimentos altamente calóricos, con grasas trans y exceso de azúcares.
Cada vez es más común encontrar en centros públicos máquinas de vending con alimentos saludables. Un buen ejemplo de ello es Mayorista vending, el grupo con mayor crecimiento del país en el sector que se está adaptando con éxito a estas nuevas propuestas que llegan desde instituciones públicas y organismos de salud.
En España, quizás empujada por una corriente ya iniciada en otros países de nuestro entorno, el camino hacia el vending saludable ya se ha tomado definitivamente. La EVA, Asociación Europea de Vending, promueve desde hace años alentar a los operadores a buscar productos más saludables para incluir en sus máquinas expendedoras y apoyar medidas que ya se están tomando en Francia o Reino Unido con el etiquetado saludable.